*“No pago, no pago y no pago”, responden

A pesar de que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje condenó a los dueños del periódico Diario de México, Federico y Miguel Ángel Bracamontes Baz, al pago de un millón 800 mil pesos por el despido injustificado del trabajador Fernando López Barajas, estos empresarios recurren a todo tipo de marrullerías para seguir evadiendo estas obligaciones y otras fiscales.

El propio trabajador informó la situación en que se encuentra desde hace siete años, abandonado por la justicia laboral del Distrito Federal que encabeza el perredista Marcelo Ebrard Casaubón, quien a través del presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje,Ramón Montaño Cuadra, ordena proteger a los Bracamontes Baz, porque “se trata de personas honorables, nietos del ex gobernador del Estado de México Gustavo Baz Prada, quien en vida, como senador de la República, recibió la medalla Belisario Domínguez por su don de gente”.

Fernando López Barajas dijo a esta cada vez más referente “Grilla en el Poder”: “Ya gané el juicio, pero los Bracamontes arguyen que las oficinas de Editoriales de México están en Tampico, sólo que éstas son un cuarto sin nada.

“Mis abogados y yo ya hemos ido al periódico Diario de México y según ellos son sólo oficinas de la empresa Mex Grafic, otra oficina chueca cuyo domicilio debía estar en la delegación Venustiano Carranza y los abogados que hacen el trabajo sucio a esos empresarios ponen un domicilio en Iztapalapa.

“Además, en un estudio sobre mis aportaciones, durante el tiempo que trabajé en ese periódico como editor, los Bracamontes ni pagaban Infonavit, IMSS y menos declaraban los impuestos que me descontaban.

“Tampoco aportaban nada a mi Afore y lo peor es que todas las autoridades los protegen.

“Lo que más me irrita, es que hasta el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, acaba de ordenar quitarle al periódico La Jornada la producción de la gaceta universitaria, para dársela a esos empresarios del Diario de México, porque `hay que ayudarlos´.

“¿Sabrá el rector a qué clase de gente le está encargando la impresión de una revista interna de la casa de estudios más prestigiada del país?

“Apelo a las autoridades a que tomen en cuenta esta situación que tanto dinero les ha dejado a través de los años a los Bracamontes, pues se trata de una familia de las más ricas de México”.

Son las angustiantes palabras del periodista despedido injustificadamente hace casi siete años y quien además recordó que hay otro trabajador, Miguel Ángel Hernández, que también ganó hace ya más de un año la demanda laboral que presentó ante la Junta Local de Conciliación  Arbitraje y a pesar de que el laudo dice que los propietarios de Editoriales de México deben pagar una indemnización de millón y medio de pesos, la orden de Marcelo Ebrard Casaubón es no presionar a los Bracamontes y protegerlos hasta donde se pueda.

Cabe hacer notar que otros trabajadores, casi una docena de ellos, que también han demandado a estos empresarios, investigaron la ruta de las marrullerías a que recurren para evadir las obligaciones fiscales y esto es lo que encontraron

Desde hace casi 30 años crearon la empresa Editoriales de México ante un notario de Ciudad Netzahulcóyotl, Estado de México, con Registro Federal de Causantes EME600129HV2, con domicilio en calle Chimalpopoca número 38 colonia Obrera, en la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, con la que produjeron un solo producto, que se llama periódico Diario de México, y la incorporaron al corporativo que se denomina Grupo Braca que maneja multimillonarias inversiones, entre ellas dos estaciones de radio en el estado de Morelos.

Antes de iniciar la maniobra con que buscaron borrar pistas de la existencia de la empresa Editoriales de México, los Bracamontes solicitaron los servicios del despacho de abogados que comanda Ramón Estudillo A., ubicado en la calle de Homero 1425, colonia Polanco.

Otros abogados aconsejaron a los Bracamontes que antes de dar de baja del IMSS a Editoriales de México, cambiaran su domicilio a un lugar fuera del Distrito Federal, lo más lejano posible y lo ubicaron en Tampico, estado de Tamaulipas, argucia que alguien del Seguro Social no solo se los permitió, sino que además los ayudó a burlar la ley.

Así comenzaron el marrullero, ilegal y por demás abusivo proceso y el 31 de diciembre del año 2007 los Bracamontes dieron de baja del Infonavit a esa empresa, para darla de alta en ese mismo organismo en el 2008, pero con el nombre de Recuma S. C. de R. L., con Registro Federal de Causantes REC-071220V39, IMSS Y50382226105, para lo cual dieron un domicilio falso ubicado en la colonia Azcapotzalco, del Distrito Federal, y con esa empresa siguieron produciendo el Diario de México.

Pero la argucia de los Bracamontes fue más allá y en su intento de seguir burlando al IMSS, SAT e Infonavit, pero sobre todo para quedarse con el dinero que durante décadas han descontado a los trabajadores que explota, a finales del 2008 dieron de baja a Recuma y en 2009 crearon lo que ahora es Editoriales DDM S. A. de C. V., con Registro Federal de Causantes EDD0802085Z5, FOLIO A1248673 y domicilio en calle Chimalpopoca número 38 colonia Obrera, en la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, donde siguen produciendo el periódico Diario de México.

Fundamentado en todo lo anterior, en repetidas ocasiones Federico Bracamontes Baz ha mandado decir a los trabajadores que lo demandan por despido injustificado, que hagan lo que quieran, que no va a pagar nada, porque además de que Editoriales de México ya no existe, su hermano Miguel Ángel es del grupo de amigos del presidente Felipe Calderón, quien le ha dicho que no se preocupe de nada.

De esta forma, estos multimillonarios empresarios del periodismo siguen sin cumplir con lo que ordena la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, porque se dicen protegidos por el gobierno perredista de Marcelo Ebrard Casaubón y por el gobierno panista de Felipe Calderón Hinojosa.