En la ciudad de México está desechada la legalización de la marihuana y la creación de centros de distribución de esa droga, aseguró el diputado local perredista, Eduardo Santillán Pérez.
En conferencia de prensa, acompañado a asambleístas Vidal Llerenas Morales y Esthela Damián Peralta, dio a conocer la iniciativa que reforma diversas disposiciones de la Ley para la Atención Integral de Sustancias Psicoactivas del DF y reiteró que en lo que coincide es en la no criminalización del consumo, sin que esto sea un instrumento que utilicen las redes de narcomenudeo.
La problemática, dijo, es que hay un sistema penal y sanciones mal establecidas, porque en el caso del Distrito Federal se considera el delito de narcomenudeo hasta los cinco kilos y la posesión no sancionada de marihuana a partir de los 6 grs.; esto es un problema porque “en una sola canasta tenemos a la persona que tiene los 6 grs. y la que tiene los 5 kg. con la misma sanción, pero no tienen el mismo riesgo de peligrosidad, por lo que se requiere trabajar en la gradualidad de las penas que se apliquen”.
Reiteró que en su propuesta no se contempla la modificación de los 5 grs. no sancionables, porque incluso es una disposición de carácter federal.
Asimismo, celebró la iniciativa de sus correligionarios porque el principio básico es la no criminalización del consumo y el tema se concentrará en una discusión importante: en el tema de los 6 y los 30 gramos y las penas graduales, de tal suerte que dependiendo de la cantidad que porte una persona sea la sanción que pudiera tener.
Santillán Pérez dijo que en el caso de hasta los 30 grs., que se persiga cuando está relacionado con la comisión de otros delitos y se continúe con la averiguación previa, pero en cambio, cuando sólo sea posesión de hasta 30 grs., no sea objeto de averiguación previa.
Enfatizó que con esto se cierra prácticamente el tema de la legalización de la marihuana y nos centraremos en la no criminalización del consumo, y sostuvo, que en este tema hay un acuerdo entre los promotores de la legalización y los organismos que están en contra de la legalización, por lo que ahora queda en el debate: ¿cuál es el mecanismo más eficiente para no criminalizar el consumo?, cuestionó.