En la Ciudad de México la tasa de ocupación laboral de niñas, niños y adolescentes, entre cinco y 17 años de edad, es de 5%, lo que equivale a 85 mil 736 menores que trabajan, de los cuales 28 mil 225 no va a la escuela; más de 52 mil son obligados por adultos a realizar actividades que atentan contra su integridad, como trabajos forzados, además de ser víctimas de explotación laboral y sexual.
Así lo denunció Elizabeth Mateos Hernández, presidenta de la comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Dijo que de acuerdo con el estudio denominado ¿Cómo va la vida? 2015, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los niños en México presentaron un índice de pobreza del 26 por ciento.
Ello demuestra que la situación económica golpea severamente a cada uno de los sectores más desprotegidos de nuestra población, puntualizó la diputada local.
Añadió que el gobierno de la Ciudad de México está obligado a establecer los medios necesarios para que todos los niños y las niñas crezcan en plenitud, por ello, las secretarías de Seguridad Pública (SSPDF) y de Desarrollo Social (Sedeso); de la Procuraduría General de Justicia (PGJDF) y de la Comisión de Derechos Humanos (CDHDF) están obligadas a emprender acciones eficaces que contribuyan a prevenir, evitar y castigar la explotación y el trabajo infantil.
La pobreza y la marginación orilla a muchos menores a ganarse la vida trabajando. Esta situación obliga a tomar medidas eficaces para erradicar y castigar cualquier abuso que perjudique su desarrollo.