La senadora Luz María Beristain exhortó al Jefe de Gobierno del Distrito Federal a implementar y coordinar acciones y mecanismos que apoyen a los teatros de la Ciudad de México a fin de preservar e impulsar la creación de este tipo de espacios culturales.
A través de un punto de acuerdo, la senadora del PRD destacó la importancia de garantizar el derecho de acceso a la cultura, el cual está plasmado en el artículo 4 constitucional como una obligación del Estado hacia los ciudadanos.
“Por lo tanto, el Estado debe impulsar las acciones para fortalecer la cultura al interior de nuestro país, pues ésta crea identidad, fortalece la cohesión social y brinda herramientas de desarrollo social”, afirmó la legisladora por Quintana Roo.
Al fundamentar su proposición, Beristain Navarrete subrayó la labor que recientemente ha llevado a cabo la asociación denominada "Ni un Teatro Menos”, la cual se ha traducido en la preservación del patrimonio cultural y que ha resaltado la condición de varios de estos espacios que se encuentran en riesgo de cierre.
“El Teatro Blanquita, el Foro ‘El Bicho’ y el Centro Cultural ‘Carretera 45’ son teatros que la misma asociación ha denunciado como susceptibles de un cierre definitivo, razón por la cual debemos buscar los mecanismos que permitan su funcionamiento óptimo”, agregó la senadora.
Luz María Beristain planteó que el Teatro Blanquita podría ser adquirido por la Nación para volver a ser lo que en sus inicios: un centro de cultura popular o inclusive una escuela de teatro popular.
Y “El Bicho” y “Carretera 45” podrían recibir créditos para adquirir como su propiedad los terrenos y edificios que les han albergado.
“Hay varias vías a analizar para poder defender e impulsar la cultura en nuestro país, así como para preservar los teatros antes referidos para garantizar su existencia, acceso y disfrute para las futuras generaciones”, apuntó.
La quintanarroense enfatizó que el teatro es una forma de expresión cultural que en su singularidad propicia la solidaridad constructiva de todos sus participantes, tanto actores como espectadores, por lo cual es indispensable en la formación integral del ser humano.
Por lo que reiteró la necesidad de salvar, proteger e impulsar los teatros para fortalecer la cultura, garantizar el acceso de todos a la misma y, sobre todo, propiciar el respeto a los derechos humanos.