Por Guillermo Pimentel Balderas
La diputada local Esthela Damián Peralta, del PRD, presentó un punto de acuerdo para que la ALDF exhorte al Gobierno Federal a mantener un monitoreo constante de los presos de alta peligrosidad en penales del Distrito Federal, y consideró que la fuga de los 132 reos en Coahuila, muestra la fallida estrategia del Presidente Felipe Calderón en su combate al crimen organizado.
La perredista destacó que a efecto de evitar fugas de reos como la reciente en el penal de Piedras Negras, en Coahuila, propuso que la vigilancia se realice a través de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) en colaboración con la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal.
Asimismo, planteó el traslado de todos los internos del orden federal a penales de máxima seguridad y recordó que las cárceles en el Distrito Federal y en la mayoría de las entidades del país, fueron diseñados para recluir a internos que cometieron ilícitos del orden común y no federales.
Damián Peralta, Vicepresidenta de la Mesa Directiva de la ALDF, dijo que a pesar de que el pasado 23 de agosto la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal reveló que 97 internos de alta peligrosidad fueron trasladados a las Islas Marías, así como a penales federales, “aún queda mucho por hacer en materia penitenciaria”, acotó.
“Resulta peligroso que el Gobierno federal combata el crimen de manera frontal sin calcular los efectos que implica el crecimiento de la población carcelaria, sin contemplar todas las vertientes ni las aristas que abarca el problema de la creciente inseguridad en el país”, agregó.
Damián Peralta recordó que de los nueve centros penitenciarios que el Gobierno federal tenía previsto construir en el sexenio que está a punto de concluir, sólo tres fueron terminados.
La diputada local destacó que hoy en día, en los Centros de Reclusión del Distrito Federal, aproximadamente se tienen 42 mil personas presas, de los cuales al menos seis mil cometieron delitos de alta peligrosidad o del orden federal.
“Tal vez parecería un porcentaje mínimo respecto del total; sin embargo, se tiene que tomar en cuenta que esta cifra no sólo incrementa la actual sobrepoblación en los reclusorios capitalinos, sino que también genera inseguridad, pues no se cubren las medidas de vigilancia que el perfil de estos reos requiere”, concluyó