Notoriamente preocupado, pero sobre todo nervioso, el ya casi ex líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Manuel Granados Covarrubias, aseguró que entregará cuantas limpias y claras de la carretada de millones de pesos que manejó en el órgano legislativo local.
“La actual administración pondrá todo su esfuerzo para garantizar una transición tersa y clara, siempre privilegiando el diálogo y la política, como se ha hecho hasta ahora en el recinto de Donceles”, expresó titubeante.
Considerado uno de los más cercanos al jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, eñ todavía líder de la VI ALDF afirmó que un factor claro en la capital del país es que la izquierda ganó, y “es lo que debe valorarse”.
Subrayó que no tiene que haber un esquema de incomunicación institucional y trató de dejar en claro que las distintas posiciones por definir en la Legislatura entrante serán determinación absoluta y soberana de sus nuevos integrantes.
“No es una decisión propia la que se tenga que tomar para la conformación de la siguiente Legislatura, nosotros haremos todo nuestro esfuerzo institucional para tener una transición clara y lo más tersa posible”, enfatizó.
Granados Covarrubias deberá entregar cuentas al grupo mayoritario que desde septiembre tendrá el control de la VII ALDF y será precisamente a los diputados locales de MoReNa.