Guillermo Pimentel Balderas

El diputado Rafael Calderón Jiménez (PAN), advirtió que los 318 mercados públicos del Distrito Federal se encuentran en crisis y hasta en riesgo de desaparecer, pero lo más grave, advirtió, es que son hoy “bombas de tiempo” por la falta de mantenimiento a las instalaciones de tanques estacionarios de gas, a los cableados eléctricos y por la debilidad de techos y paredes, que ponen en peligro a más de 70 mil locatarios y millones de clientes de estos lugares de abasto.

El legislador panista hizo responsable públicamente al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, por la vida de esta gente que trabaja y acude a los mercados públicos, y reprobó que en lugar de atender sus obligaciones, sus funcionarios se dediquen de lleno a la grilla por la búsqueda de un “hueso” político.

Señaló que las irregularidades son debido, principalmente, a la corrupción por parte de las autoridades delegacionales y del gobierno de la ciudad de México, que ante intereses de empresas privadas, como las cadenas de supermercados, como Wall Mart (donde es alto funcionario uno de los hermanos de Ebrard), actualmente sólo 20 por ciento del abasto en el Distrito Federal se está llevando a cabo en estos centros de distribución popular.

En conferencia de prensa, acompañado de locatarios del mercado Morelos de la delegación Venustiano Carranza, Calderón Jiménez exigió la renuncia del titular de esta demarcación, Alejandro R. Piña Medina, de su Jefe de Mercados, Maximiliano Durán Pérez y de la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO), Laura Velázquez Alzúa, por las irresponsabilidades en que han incurrido en perjuicio de familias de éste centro de abasto.

Con la representación de 908 locatarios del mercado Morelos, Rubén Negrete dijo que temen se produzcan incendios y desprendimientos de techos y paredes, debido a la falta mantenimiento desde hace más de 10 años, y pidió a las autoridades dejar a un lado la demagogia de crear mesas de trabajo, las cuales no conducen a nada positivo y si en cambio a más pérdida de tiempo.

Hoy, la realidad es que los mercados públicos del Distrito Federal desembocan en una situación de decadencia, abandono y despreocupación por parte de las autoridades delegacionales y del Gobierno de la Ciudad de México.