El actor mexicano, filántropo y defensor de los derechos de los animales, Raúl Julia Levy pidió al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, proteger la vida de los mil 700 perros del refugio Franciscano A.C., luego de que el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (INVEA) lo clausurara por no acreditar el uso del suelo y tener a los canes en condiciones críticas, tanto de salud como de hacinamiento.
El activista, quien es presidente y vocero de la prestigiada y poderosa organización estadounidense de protección animal Delta Animal Force, a la que también pertenecen Elton John, Johnny Depp y Wesley Snipes, entre otros, solicitó al funcionario capitalino aclarar la situación jurídica del predio ubicado en la colonia Lomas de Vista Hermosa, delegación Cuajimalpa, el cual tras el fallecimiento de su dueña se han acercado pseudo-protectores con la intención de sacar provecho de la situación.
Por ello el activista y amante de los animales y la naturaleza planteó al Jefe de Gobierno capitalino hacerse cargo del Refugio en tanto se aclara la situación legal y poner al frente de él una administración que lo convierta en un verdadero albergue en donde canes y felinos puedan tener atención médica y una vida digna a la que tienen derecho.
En este sentido, Raúl Julia Levy hijo del fallecido actor Raúl Julia, alertó sobre la presencia de supuestos rescatadores que pretenden hacer creer a la ciudadanía que la administración capitalina quiere desaparecer el Refugio Franciscano, el cual tiene alrededor de 40 años de haber sido creado para dar protección a perros abandonados, en situación de calle heridos y enfermos.
De acuerdo con la versión de estas personas, algunas de las cuales son militantes del Partido Acción Nacional (PAN), debido a la alta plusvalía de la zona en donde se encuentra ubicado el predio, el Gobierno local pretender construir unidades habitacionales en él.
El día de ayer jueves, el INVEADF a través de un comunicado de prensa dio a conocer que tras una denuncia ciudadana acudió al lugar a verificarlo y encontró que los papales sobre uso de suelo no están en regla por lo que concedió diez días a los administradores para regularizar la situación.
En el documento la dependencia capitalina detalló que tras recorrer el lugar sus verificadores se percataron de que había perros enfermos, algunos de ellos con fracturas en sus patas, infecciones en la piel, sucios y hacinados.
Como prueba de su denuncia tomó fotos de la situación en la que hallaron a los animales y las difundió en medios de comunicación.
Precisó que en el acta que se levantó de la verificación se asentó que el Refugio carece de permisos para operar, además hay una clínica veterinaria (sin médico) y un crematorio.
“Un lugar sucio en el que se detectaron jeringas y ampolletas usadas, agua estancada y por lo tanto contaminada, fue lo que observaron y asentaron en el documento oficial, los verificadores; así como jaulas para aislar animales, una de ellas de alrededor de 50 metros cuadrados, ocupada por alrededor de 100 perros hacinados en condiciones insalubres, sin alimento y sin agua, con el piso cubierto de heces fecales y orina, ahí convivían los animales en total encierro”, señala el boletín de prensa de la dependencia capitalina.
En su comunicado de prensa el INVEA DF agregó que mientras más avanzaban sus verificadores en el recorrido más deplorable se tornaba la situación; en algunas partes del terreno había contenedores de agua que se observaba opaca, estancada, con lama en la superficie de los tambos, que tampoco estaba debidamente señalizados para su correcto uso.
Observaron que el estado de salud de los canes no es el óptimo, pues tenían fracturas en miembros anteriores y posteriores, infecciones en piel y en algunos casos se presenta alopecia, en más del 50 por ciento de su cuerpo.
También presentaban laceraciones con procesos infecciosos, heridas en diversas partes de cuerpo, sucios y en aparente mal estado físico, fue el común denominador de los animales que observaron en su recorrido.
Algunas de las heridas de los animales están en procesos de cicatrización por segunda intención; signos de procesos infecciosos de tipo respiratorio y digestivo.
El INVEA indicó en su comunicado de prensa que en la superficie destinada para el uso de clínica, se advierte que los medicamentos no se encuentran bajo llave y no se detectó la presencia de un médico veterinario responsable y el instrumental no se encuentra esterilizado para su uso, anotaron en el acta de visita de verificación.
Aclaró que no obstante a que el lugar fue suspendido en sus actividades, por carecer de permisos, se dejó un acceso abierto para que los animales puedan ser aseados y alimentados.
Además de que se dio aviso a otras autoridades para que intervengan y se pueda ofrecer una solución satisfactoria a los cerca de mil 700 perros que ahí se encontraron.