La diputada Ana Julia Hernández Pérez, presidenta de la Comisión de Desarrollo Metropolitano en la ALDF, confió en que se logre la prohibición de las corridas de toros en la capital del país.
Expuso que para que podamos cambiar las cosas en el DF, necesitamos estar unidos todos los que pensamos respaldar esta propuesta, porque sólo unidos y comunicados podremos alcanzar la mayoría de las voluntades para lograr que se apruebe la iniciativa que presentó en el Pleno.
La diputada líder de la corriente ADN del PRD en el Distrito Federal, dijo que después de exponer y rebatir a lo largo de ocho puntos los principios básicos de los encierros de toros, llegó a la conclusión de que no es justo darle vida a un animal para quitársela en un acto pleno de dolor y crueldad, por lo que exhortó en el pleno a sus compañeros asambleístas a legislar para poder cambiar las cosas con respecto a la llamada “la más bella de las fiestas”.
Afirmó que desde su posición como presidenta de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, impulsará la iniciativa de prohibir la fiesta brava en las entidades vecinas con la certeza de que continuarán replicándose en el resto del país las reformas que han sido votadas y aprobadas inicialmente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Bajo el argumento de que las corridas de toros son una práctica inhumana que no tiene cabida en nuestra sociedad, urgió la necesidad de prohibir las corridas de toros en la capital del país y dejo claro que en todo momento la contradicción que existe entre el origen de las palabras y la forma en que las han adoptado los aficionados a la tauromaquia.
La legisladora, bajo el tema de “¿El gusto por la costumbre, puede ser llamada cultura?” describió que las tradiciones deben ser soporte de lo que nos define y construye, pero también de lo que esperamos en el futuro, sin embargo la pretendida racionalidad de nuestra sociedades y los nobles objetivos pacíficos en el mundo, estarán amenazados si permitimos que las corridas de toros sean fundamento formativo de las nuevas generaciones, sobre todo por los rasgos de violencia que se presentan en el desarrollo de una tarde en un ruedo, expuso.
Asimismo, al definir la palabra arte, que también acompaña a la fiesta de los toros, dijo que el arte es un proceso de creación y construcción que da vida, no la quita y agregó que el enfrentamiento entre torero y toro no es equitativo, que el toro de lidia no muere dignamente, “El dolor es el dolor y la muerte es la muerte, no es digna ni indigna sino el final de una vida”, subrayó.