La Universidad Nacional colaboró con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en el rescate de la Capilla de la Inmaculada Concepción, que reabrirá a fines de este año.
En los trabajos de recuperación y restauración del templo colonial, localizado en la Plaza de la Conchita, en el centro histórico de Coyoacán, se registraron hallazgos funerarios y arqueológicos que datan del año 650 hasta los siglos XVI y XVIII, que reescribirán la historia del lugar.
Roberto Meli, investigador emérito del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, explicó que los daños del inmueble, declarado monumento nacional el 12 de julio de 1932, se deben al hundimiento del suelo provocado por la excesiva extracción de agua, además del deterioro por el tiempo.
El problema se ha acentuado en los últimos cinco años. La explotación de pozos en la cercanía ocasiona una inclinación hacia el suroeste, que ha provocado las grietas de su fachada y bóvedas.
“Los estratos de suelo abajo se han secado, por lo tanto, se encogen y pierden espesor. El proceso no es uniforme, porque el suelo presenta distintas características: en algunas partes hubo construcciones anteriores que consolidaron el terreno y en otras, se deforma con más facilidad, al no haber sido nunca cargado”.
Por este fenómeno, sufrió hundimientos desiguales que ocasionaron grietas, el desplome y fracturación de la nave, bóvedas, cúpula y fachada principal.
Los trabajos de restauración comenzaron en 2011 y comprenden tres etapas. En la primera, se rehabilitó la cimentación para que, aunque el terreno se hunda, el inmueble se comporte como unidad y no se agriete más. Con este fin, se intervino el subsuelo y se colocaron cinchos estructurales para evitar que el templo se cuartee.
Los expertos universitarios están a cargo del proyecto de rehabilitación estructural, que abarca el apuntalamiento de los muros, el cierre de grietas, la impermeabilización de techos, la colocación de un cinturón metálico en la cúpula y la restauración total.
El rescate
Según las crónicas, el templo, conocido como La Conchita, fue construido por instrucciones de Hernán Cortés, en el siglo XVII. Por el deterioro estructural, además del hundimiento y desplome de sus muros, estaba cerca del colapso y fue clausurado por representar un peligro.
El Conaculta, con apoyo de especialistas, realizó distintos estudios para diagnosticar las causas y diseñar el proyecto para recuperar y restaurar la iglesia, primera para oficiar misas en la Nueva España.
La construcción se inclinó, lo que ocasionó daños a torres y campanarios, por estar edificada en un suelo arcilloso y por la extracción de agua que aumentó en los últimos años, explicó Meli, quien ha participado como consultor para la rehabilitación de la Catedral de México, la Antigua Escuela de Medicina, la Columna de la Independencia y el Monumento a Cuauhtémoc, entre otros.
El coordinador del Posgrado de Ingeniería Civil de la UNAM explicó que, para apuntalarlo, se colocó un “cinturón” rígido en la cimentación de la estructura, además de seis tensores de concreto que atraviesan la nave del templo y aprietan las paredes laterales.
Para garantizar la seguridad del inmueble, se colocará un anillo de fibra de carbono en la base de la cúpula y todas las grietas serán selladas, adelantó el integrante del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
“Con el fin de reparar el daño en las paredes, se inyectará por partes una mezcla de cal con arena y aditivos, para rellenar los huecos. Previamente, las fisuras serán tapadas con yeso, para evitar fugas. El trabajo se realizará por estratos, desde el nivel inferior”.
Meli Piralla informó que, además de los muros, los trabajos de consolidación se realizarán en la bóveda —actualmente partida— y en las cúpulas. En el proyecto participaron estudiantes de licenciatura y posgrado de las facultades de Ingeniería y Arquitectura.
El hallazgo
Para la rehabilitación se realizaron excavaciones en el perímetro exterior, para colocar la trabe de concreto conectada al cimiento original, construido con mampostería.
En los trabajos, se descubrieron tres estructuras que formaban una gran plaza, anteriores a la época mexica y los vestigios de dos entierros: uno colonial y otro prehispánico.
Lo más interesante es que, además de restos de construcciones coloniales y mexicas, se localizaron otros que datan del año 1,200 y del siglo VI. Desde el punto de vista arqueológico, constituye el hallazgo más relevante en La Conchita, consideró el experto.
En el perímetro se mantendrá una “ventana arqueológica”, un registro cubierto con un piso de madera, que los especialistas podrán levantar para realizar sus investigaciones en las excavaciones.
Los arqueólogos determinarán el valor histórico de las piezas y restos óseos hallados. Desde el punto de vista cultural, aportarán conocimiento para reconstruir la historia de Coyoacán.