Con una inversión de más de diez millones de dólares, un equipo internacional de científicos anunció que en 2016 se llevará a cabo la “Expedición 364 Cráter de Chicxulub K-Pg”, el cual tiene como objetivo recuperar muestras de rocas de la estructura anular y de la capa de eyecta del cráter de Chicxulub, así como de las regiones superior e inferior de la zona de impacto, para entender más acerca de cómo la vida se recuperó después de este evento de extinción masiva.
El investigador Jaime Urrutia Fucugauchi, del Instituto de Geofísica (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los estudios hasta ahora realizados del cráter han permitido resolver muchas interrogantes y plantear otras, como las referentes al cambio climático, por lo que se espera que las nuevas investigaciones ofrezcan resultados en ese sentido.
Al respecto, la oceanógrafa Ligia Pérez-Cruz, del IG, comentó que con este estudio “se tendrá la oportunidad de analizar un cambio muy abrupto en la temperatura, de conocer también la variación del sistema climático a través del tiempo geológico, lo que a su vez ayudará a entender el actual cambio climático, aunque este se deba a cuestiones antropogénicas”.
El doctor Sean Gulick, de la University of Texas at Austin en Estados Unidos y uno de los líderes del proyecto, precisó que hay tres metas principales con la próxima campaña de exploración:
“El primero es que necesitamos entender el evento de extinción masiva en sí, qué fue lo que pasó hace 65 millones de años y que trajo consigo la extinción de los dinosaurios y permitió el surgimiento de los mamíferos en la Tierra. Para ello necesitamos tomar muestras de las rocas que registraron el impacto y entender cómo aparecieron las primeras formas de vida tras este evento”.
El segundo objetivo que destacó el investigador es comprender la mecánica de estos impactos. El cráter de Chicxulub es el único lugar en la Tierra donde se pueden observar rocas de este tipo, que ayudan a conocer el proceso de impacto dado que el cráter está bien preservado.
Y el tercer aspecto fundamental a estudiar que destacó el geofísico Gulick son las condiciones de presión y temperatura extremas que se generaron después del choque, y en el que muy probablemente se puedan ver reflejadas las condiciones iniciales del surgimiento de vida en el planeta.
Plan de perforación
David McInroy, científico del programa ECORD (European Consortium for Ocean Research Drilling), explicó que el presupuesto de perforación del proyecto es de diez millones de dólares, los cuales aporta el ECORD, organización integrada por 18 países, y el Programa Internacional de Perforación Continental.
“Al día de hoy no tenemos una fecha precisa para el inicio de operaciones, pero se prevé que se realice entre marzo y abril de 2016. El equipo del proyecto pasará aproximadamente dos meses en la plataforma de perforación para recuperar rocas del fondo marino, hasta mil 500 metros de profundidad”, comentó.
La perforación se realizará a 40 kilómetros de la costa, frente a Puerto Progreso. La plataforma se sostiene en tres pilares que se asentarán sobre la laja en el fondo marino. Pese a la profundidad que se tendrá, la perforación será de apenas unas pulgadas de diámetro. El material que se extraiga se distribuirá alrededor del hueco para que no haya alteraciones, y el lodo que se utilizará para lubricar la barrera es biodegradable. Se conducirán trabajos mediante una fuente sónica y se harán experimentos en el pozo vigilando que la fauna no tenga ninguna afectación.
Los científicos tardarán alrededor de un año en analizar las rocas recuperadas durante las operaciones en el mar y después publicarán sus resultados.
Al respecto, Urrutia Fucugauchi, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, resaltó: “Por los cambios que trajo para la vida en la Tierra, el cráter de Chicxulub se vuelve muy interesante para la exploración científica. Hay otros estudios que están absorbiendo otras instituciones, como el Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY).
Agregó que en esta semana realizaron un taller de discusión sobre el proyecto de perforación marina del cráter. “Hemos trabajado de cerca con el gobierno del estado de Yucatán, en particular, con la Secretaría de Educación, para desarrollar las siguientes etapas del proyecto”.
En la conferencia de prensa para anunciar la expedición marina en torno a Chicxulub estuvieron presentes Jaime Urrutia-Fucugauchi (IG-UNAM, México), Joanna Morgan (Imperial College, Reino Unido), Sean Gulick (University of Texas at Austin, Estados Unidos), David McInroy y Alan Stevenson (Programa ECORD), Mario Rebolledo-Vieyra (Unidad de Ciencias del Agua del CICY, México) y Ligia Pérez Cruz (IG-México).
Con información del CICY.