Arturo Fernández Pedrero, director de la Facultad de Odontología (FO), fue galardonado con el Premio al Mérito Académico 2012, otorgado por el Colegio Nacional de Cirujanos Dentistas, en reconocimiento a una trayectoria dedicada a impartir conocimientos e inculcar valores en la formación de profesionales con la responsabilidad de cuidar la salud bucal de la población.
A la par de la distinción, recibió la Presea Dr. Manuel Rey García, instituida para reconocer labores que generen estándares y lineamientos de innovación, actualización, investigación y humanismo, en el marco del XXII Congreso Internacional de la asociación.
Se otorga en recuerdo de quien fuera director de la Escuela Nacional de Odontología y promotor e impulsor de su transformación en facultad. En dos periodos, como titular de la instancia, creó el Sistema de Clínicas Periféricas, 14 especialidades y maestrías, y fungió como asesor de la Universidad Abierta. En 1989, fue designado profesor emérito.
“Es considerado un visionario y goza del reconocimiento de la comunidad debido a sus aportaciones a la disciplina. La medalla representa un símbolo importante para los cirujanos dentistas y, en esta ocasión, tuve el honor de recibirla”, compartió.
“En mis días de estudiante, Rey García era el director. Motivado por él, ingresé al entonces Programa de Maestría en Prótesis Bucal y Rehabilitación. Después, fui residente en el Departamento Oclusión de la Universidad de San Antonio, Texas, en Estados Unidos, para regresar a un doctorado en la UNAM”, recordó.
Salud bucal, desatendida
México requiere educación en salud bucal, para inculcar la importancia de la prevención a fin de mantener el buen estado de boca, dientes, encías y lengua. Las personas sólo acuden al especialista al sentir dolor y si las enfermedades periodontales están en fase avanzada. Existen casos de menores de edad a quienes se les han extirpado todas las piezas dentales por caries, señaló.
Los libros de texto gratuitos distribuidos en el país no consideran la importancia del tema en sus contenidos, que debería ofrecerse desde la educación preescolar. Así como al niño se le instruye sobre la importancia de lavarse las manos, debe aprender a cepillarse los dientes desde edades tempranas, recomendó.
La caries es el problema principal, debido a malos hábitos alimenticios que incluyen consumo de refrescos, carbohidratos y dulces. A los bebés se les deja dormir con biberones con bebidas endulzadas, lo que provoca una desmineralización de tejidos duros, que deriva procesos cariosos.
En este ámbito, la FO cuenta con la especialidad de odontopediatría, dedicada a atender a los menores desde los primeros días del nacimiento. A los padres se les instruye sobre cómo asear la boca del infante y su alimentación.
Al empezar la dentición, se observan las características cráneo-faciales del niño, para detectar a tiempo la posibilidad de que presente una mala posición dentaria.
En esta fase, interviene el especialista en ortopedia, que otorga una guía de erupción de los dientes, con la finalidad de garantizar el ordenamiento adecuado de las piezas dentales. De no ser el caso, hay tratamientos para alinearlas a partir de los 13 años.
Atención de calidad
Al día, la facultad atiende a más de mil 800 individuos en sus instalaciones de Ciudad Universitaria y en sus nueve clínicas periféricas: Águilas, Aragón, Azcapotzalco, Milpa Alta, Oriente, Padierna, Vallejo, Venustiano Carranza y Xochimilco.
Los odontólogos evalúan el estado de salud de sus pacientes con estudios tomográficos, mediante el equipo de la División de Estudios de Posgrado de la instancia, de los más importantes del país. Con esta tecnología, es posible un diagnóstico exacto de los tratamientos realizados, detalló.
La atención se basa en el instrumento digital llamado Expediente Clínico Único UNAM, que incluye los motivos principales de atención de los más de 68 mil pacientes en el periodo 2011/2012: restauraciones, dolor y sangrado de encías, informó.
A nivel nacional, la facultad realizó 87 brigadas de salud bucal en 2012; además, estancias en escuelas primarias con unidades móviles que van de dos a tres meses. Los alumnos que prestan su servicio social ofrecen programas de enseñanza para los padres de familia, con apoyo de 40 empresas, mediante aportaciones a Fundación UNAM.
Salvaguardas de la vida
A nivel nacional, la prevalencia de las enfermedades bucales está en transformación: en adultos, el problema de caries ya no es tan significativo, sino los padecimientos periodontales, que afectan encías y hueso. En mujeres, por cambios hormonales, las piezas presentan mala posición o movilidad.
Fernández Pedrero subrayó que los cirujanos dentistas tienen la posibilidad de salvar vidas al detectar lesiones malignas en la cavidad oral. Para ello, la facultad cuenta con el Centro de Diagnóstico Virtual de Patología Oral y Maxilofacial (CEDIVIPA), vinculado con el Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
Ahí, se trabaja las 24 horas, con residentes y académicos de alto nivel, que reciben imágenes de lesiones para realizar el diagnóstico, a partir de imágenes, y al establecer un chat con el colega para conocer las características, con la finalidad de determinar si son o no malignas y su probable tratamiento o remisión.
Sobre la atención de defectos congénitos, como labio y paladar hendido, señaló que antes de las aportaciones de Rey García, los pacientes eran enviados con médicos cirujanos o con especialistas plásticos.
Actualmente, la facultad cuenta con la especialidad de cirugía oral y maxilofacial, que requiere cuatro años de residencia en el posgrado y hospitales. Aborda todo tipo de traumatismos, lesiones y defectos, con la finalidad de adquirir conocimientos y habilidades para su rehabilitación.
“En el área de prótesis maxilofacial se colocan obturadores en el paladar, se fabrican prótesis oculares, órbito-faciales, nasales, auriculares e incluso velos de paladar, para que los pacientes puedan comer y beber”, explicó.
El equipamiento, tecnología y materiales requeridos son costosos. Existen tratamientos de rehabilitación con implantes de más de 100 mil pesos. Para prevenirlos, sólo se requieren pasta de dientes, cepillo y una técnica adecuada de limpieza, concluyó.