La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) celebró hoy los 75 años de la revista Ciencia con una ceremonia conmemorativa y la develación de una placa, en un evento donde se dio a conocer también el Premio al Arte Editorial que la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) otorgó a esta publicación, en la categoría de revistas periódicas de cultura, literarias, religiosas, académicas y universitarias.
Este reconocimiento es un orgullo más para la Academia, dijo el presidente de la AMC, Jaime Urrutia Fucugauchi, quien destacó que la institución que encabeza siempre ha contado con la participación de personas con visión, quienes han propuesto proyectos de largo alcance como la revista Ciencia, lo que es una oportunidad para mirar hacia atrás y reflexionar acerca de los logros, pero también de las tareas que se tienen pendientes.
En ese sentido, mencionó que “a pesar de que la comunidad científica ha crecido en los últimos años, el número de investigadores todavía es pequeño con respecto al tamaño de la población del país y de los principales problemas que enfrentamos”.
Durante la ceremonia realizada en el auditorio Galileo Galilei, donde se mostró el primer número de esta revista (1 marzo de 1940), Antonio Bolívar Goyanes, hijo de Cándido y nieto de Ignacio Bolívar, fundadores de la revista, hizo un detallado relato del nacimiento y de los primeros años de existencia de la publicación.
Destacó en su intervención que “los frutos del incipiente, pero vigoroso esfuerzo de inserción científica y cultural de España entre los países más avanzados de Europa en los últimos decenios del siglo XIX, vinieron a cosecharse más tarde en América, principalmente en México, país que recibió al mayor contingente de los refugiados que pudieron cruzar el Atlántico”.
Al respecto, Julia Tagüeña Parga, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, señaló que la revista representa algo de lo que regresaron a este país los refugiados españoles, y que para el Conacyt y la comunidad científica es fundamental la existencia de revistas de calidad (como Ciencia), “la cual comenzó en 1940 como una publicación de investigación, pero que se ha ido transformando de una manera inteligente y correcta, hacia un enfoque de divulgación de la ciencia”.
Y es que “las labores de divulgación en México son diversas y en las últimas cinco décadas han surgido varias revistas dedicadas a divulgar la ciencia, y nuestra Academia ha llevado a cabo muchas otras acciones para presentar la ciencia, en particular a los niños y los jóvenes mexicanos”, sostuvo por su parte Jorge Flores Valdés, ex presidente de la AMC y uno de los que impulsaron la incorporación de Ciencia al seno de la institución en 1979.
En su participación, Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM e integrante del comité editorial, habló del papel de Ciencia, una revista que “suma el esfuerzo y la intención explícita de transferir conocimientos a un amplio público de lectores, a fin de que las principales ideas que surgen de la práctica desarrollada por la comunidad científica sean accesibles y útiles para enriquecer la cultura ciudadana, estimular en los jóvenes el interés por la actividad científica e incidir en los procesos de toma de decisiones públicas del ámbito gubernamental, social o privado”.
El actual director de esta publicación, Miguel Pérez de la Mora, habló de cómo se transformó la revista desde que asumió el cargo en el año 2000, una publicación de divulgación de la ciencia para disfrute de un grupo de lectores más allá del ámbito académico y con preparación equivalente al bachillerato. “Dos consideraciones fueron tomadas en cuenta para el reclutamiento de los científicos que integrarían su comité editorial: que estuvieran representadas todas las áreas del conocimiento que abarca la AMC y que cada uno de sus integrantes contara con experiencia editorial”.
Por su parte, Carlos Prieto, integrante del comité editorial de Ciencia, presentó una selección especial de tres tomos con textos que formaron parte de la revista a lo largo de su historia, el primero abarca de 1940 a 1989 e incluye las editoriales y algunos de los artículos temáticos que aparecieron en esos años y que reflejan las tendencias científicas de la época. El segundo tomo recopila algunos artículos de 1990 al 2004 y el tercero, artículos del 2005 al 2015, que corresponden a la etapa de divulgación de la ciencia de la revista.
Previo a la ceremonia conmemorativa, los integrantes del comité editorial de Ciencia participaron en la “Biblioteca humana”, una actividad interactiva en la cual pudieron conversar con estudiantes acerca de sus trabajos de investigación y de diferentes aspectos relativos a la investigación científica y a la propia revista.