Al darle posesión del cargo, el coordinador de la Investigación Científica, Carlos Arámburo de la Hoz, resaltó que el CCA ocupa un lugar importante en la investigación y formación de recursos humanos. En diversas áreas, es el único sitio donde su tema de estudio se aborda a profundidad. Por ello existe una enorme responsabilidad y un área de oportunidad para consolidarse como líder nacional en su campo.
Esta instancia, prosiguió, debe ser una punta de lanza y lograr un impacto internacional en el ámbito que le corresponde, tanto desde el punto de vista científico, como en su contribución para resolver la problemática nacional referente.
En su oportunidad, Castro Romero apuntó que la diversidad de disciplinas que conforman la planta académica del CCA, junto con el trabajo previo, han fortalecido un enfoque integral, lo que ha permitido que la entidad tenga presencia no sólo al interior de la institución, sino en la ciudad y en el resto del país.
Asimismo, exhortó a la comunidad a trabajar para consolidar las áreas básicas de la física, la química y la biología atmosféricas, así como la modelación y el pronóstico del comportamiento de la atmósfera y su interacción con la sociedad.
Trayectoria
Castro Romero realizó sus estudios de licenciatura y maestría en física en la Facultad de Ciencias. Se especializó en temas relacionados con la dinámica de la atmósfera. Cursó el doctorado en Ciencias Químicas en esta casa de estudios y realizó una estancia posdoctoral en el Laboratory of Atmospheric Chemistry, en el Massachusetts Institute of Technology.
Sus principales líneas de investigación han sido el estudio de la contaminación atmosférica; el fenómeno de exportación de contaminantes; el análisis de las propiedades físicas y químicas de los aerosoles en ambientes urbanos y rurales, así como el impacto de la contaminación atmosférica generada en una megaciudad en los ámbitos local, regional y global.
La experiencia adquirida sobre la relación entre los aerosoles y la radiación, le permitió formar el Grupo de Aerosoles Atmosféricos, uno de los primeros en su género en México y del cual ha sido responsable desde 2002.
Su productividad académica se refleja en 43 trabajos publicados en revistas de circulación nacional e internacional y cinco capítulos en libros.