“El campo magnético del Sol afecta a la tecnología, las telecomunicaciones y la electricidad, pues puede interrumpir la comunicación entre los satélites y la Tierra cuando hay mucha actividad solar”,dijo el doctor Alejandro Lara Sánchez, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en clima espacial y radioastronomía solar.
El también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias habló del clima espacial en el Sistema Solar, donde el Sol es el protagonista del vecindario, “es una estrella a altísimas temperaturas con una intensa actividad. Su calor provoca que pierda electrones y protones, se ionice y genere un campo magnético”, comentó.
El Sol tiene ciclos de actividad de 100 años compuesto por ciclos de 11 años, “ahora estamos en la parte baja de esa centuria, y sí, hay explosiones, pero es mínimo el efecto. Sin embargo, cuando el Sol acumula suficiente campo magnético, se deshace de éste por medio de las explosiones y tormentas solares con duración de 5.5 años en esta fase y regresa luego a un estado de mínima energía por 5.5 años más”, explicó Lara.
Estudiar los efectos de este fenómeno resulta prioritario para los gobiernos y militares pues perder la comunicación por minutos puede ser fatal, destacó el doctor en física espacial; además, los campos magnéticos pueden ocasionar corrientes eléctricas variables en conductores muy grandes; por ejemplo, una línea eléctrica que vaya de Chiapas al Distrito Federal puede ocasionar apagones en ciudades enteras tras quemar los transformadores.
El investigador también es responsable de la Unidad de Radio Interferómetro Solar del Observatorio Virtual Tierra-Sol de la UNAM, y explicó que la forma de estudiar la actividad del Sol es contando el número de manchas acumuladas en la estrella durante la intensa actividad magnética. Otra forma es a través de monitores con aparatos de rayos X que se envían en satélites al espacio.
El investigador estudia específicamente las eyecciones de masa coronal, que son “fragmentos de la atmósfera del Sol que salen volando a miles de kilómetros por segundo al medio espacial. Éstas pueden alterar la órbita de un satélite que se encuentra lejos de la atmósfera de la tierra y modificar su posición. Lo que ocasiona gastos en reajustes para regresarlo a su posición normal y desgaste de su vida útil”, explicó.
El campo magnético del Sol termina a una distancia de 100 unidades astronómicas (UA) –una UA es la distancia entre el Sol y la Tierra. A los seres humanos nos protege la atmósfera y el campo magnético de la Tierra de partículas, como los rayos X, gamma y la radiación infrarroja. En cambio, en Marte, si se intentara introducir algún tipo de vida, como no tiene atmósfera sufriría las consecuencias de las eyecciones de masa coronal y las tormentas solares