El legendario Chicomoztoc, sugerido como un sistema natural de cuevas e incluso como un lugar mitológico del cual salieron grupos chichimecas con rumbo a Cholula, podría ser el cerro Chiconauhtla, que se encuentra en el Estado de México, de acuerdo con una hipótesis formulada por el arqueólogo Tim Tucker, a partir del estudio del Mapa de Cuauhtinchan II, realizado en el siglo XVI —entre otros propósitos— para llevar a cabo la exploración de cuevas usadas con fines rituales en la época prehispánica.
El investigador de la Mesoamerican Research Foundation anotó que Chicomoztoc, “Lugar de las siete cuevas”, está representado en la esquina noroccidental de este documento pictográfico del siglo XVI, el cual fue declarado “monumento histórico” por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La sección superior izquierda del mapa, contra lo que apuntan otros estudios, no hace referencia a la Cuenca de México ni a Tenochtitlan, sino al Valle de Teotihuacan, expuso al participar en la IX Semana de Antropología de la Montaña. Para él, la interpretación del Mapa de Cuauhtinchan II, llamado MC2, ha sido parcial porque se ha estudiado de tres maneras: como obra del arte colonial, ilustración del peregrinaje tolteca-chichimeca desde Chicomoztoc y fuente relativa a la tenencia de la tierra.
En primera instancia, se trata justamente de la representación de un área geográfica. Sobre un lienzo de 1 por 2 metros, se distribuyen los glifos locativos de una zona que abarca 24 mil 864 kilómetros cuadrados, entre las actuales entidades de Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal, dijo el maestro en arqueología.
Tim Tucker emprendió no sólo el análisis de su composición —la cual parte de asociaciones pictóricas con objetos o lugares—, sino también una exploración de campo para acercarse a la percepción cartográfica del autor original de este mapa, elaborado probablemente entre 1530 y 1590, y que recibe su nombre del poblado en que fue encontrado, Cuauhtinchan, Puebla.
“Nuestra meta actual es el estudio del MC2 en tanto cartografía histórica, dando credibilidad a su geografía, topografía, hidrología, flora y fauna, geología, mineralogía, así como a dos tipos de cuevas: la cavidad en la tierra con un acceso ordinario y la cueva modificada, un espacio subterráneo que manifiesta ser producto de una excavación con una entrada artificial”.
Ante el grupo de estudiantes e investigadores reunidos en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), explicó que los glifos locativos y los atributos topográficos del paisaje en el Mapa de Cuauhtinchan II muestran un territorio en forma rectangular, sin embargo, no está orientado por los puntos cardinales, de modo que su límite norte no apunta a esa dirección.
“A partir de unos atributos topográficos en la esquina nororiental del MC2, si uno se traslada hacia el poniente en un acimut (ángulo de una dirección contado en el sentido de las agujas del reloj a partir del norte geográfico) de 285-288 grados, se pasa por La Malinche, se traspasa Apizaco y se cruza la línea de Calpulalpan, alcanzando el Valle de Teotihuacan.
“Si se toman coordenadas para latitud de Atlihuetzian–Amaxac en el costado noroccidental de La Malinche, y se extrapola un alineamiento aguas arriba del río Zahuapan, nuevamente se establece un paralelo en dirección a Calpulalpan y Teotihuacan”.
También otra de las “zonas” descritas en el Mapa de Cuauhtinchan II, sugiere en su rumbo que la esquina noroccidental representa al Valle de Teotihuacan.
De acuerdo con Tim Tucker, del espacio reconocido como Cholula parten dos rutas, una secular y otra de carácter ritual. La primera llega a la latitud de Apizaco y vira hacia el oeste; la segunda alcanza la latitud de Atlihuetzian e igual gira hacia occidente. Ambos siguen el acimut de 285-288 grados y entran al valle mencionado.
“Este planteamiento nos lleva a la Zona Arqueológica de Teotihuacan y, después, hacia el sur. La evidencia cartográfica y topográfica apunta hacia un Cerro llamado Chiconauhtla, posible ubicación del ancestral Chicomoztoc. No es en Tula, Zacatecas o Sinaloa”, anotó el investigador al presentar la hipótesis que debe ser corroborada o descartada con trabajo arqueológico.
En un artículo publicado junto con el arqueólogo del INAH, Miguel Medina Jaén, en el libro Mapa de Cuauhtinchan II. Entre la ciencia y lo sagrado (2008), Tucker sustenta que distintos documentos, entre ellos la Historia tolteca-chichimeca y el propio MC2, muestran que el glifo escalonado representa al templo-cueva, que es la réplica de un lugar sagrado: la montaña y la cueva de origen.
Ambos expertos señalan que el glifo escalonado fue utilizado en el MC2 para representar los lugares donde, durante la migración chichimeca, se construyó un nicho, un “templo-cueva” (…) para depositar ahí los bultos sagrados en los que se transportaban las reliquias de las divinidades rectoras que guiaban a estos pueblos a una tierra nueva”.
De esa manera, en la esquina superior derecha del Mapa de Cuauhtinchan II se ilustra el mítico Chicomoztoc y frente a él aparece el glifo escalonado. En su interior tiene lugar la ceremonia que marca el éxodo de los siete pueblos con rumbo a Cholula.