El agua como recurso esencial para la vida tiene que ser examinada desde la óptica de un consumo humano responsable. En México se obtiene de ríos, lagos, presas y pozos, sin embargo, muchas veces a estas fuentes llega un agua contaminada por los residuos generados por las actividades humanas, lo cual es muy preocupante, señaló la doctora Marisa Mazari Hiriart, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Uno de los temas principales que se investiga en el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS), que se encuentra en el citado Instituto, es el análisis de la composición del agua en México. Elementos químicos, bacterias, virus, parásitos, que están en el agua de riego para alimentos pueden afectar a la salud humana; por esta razón, la doctora Mazari asegura que es importante desarrollar más laboratorios en nuestro país que realicen este tipo de evaluaciones y llevar a cabo un monitoreo, para estar enterados como población, de la calidad del agua que estamos recibiendo para nuestro consumo.
“El término agua potable se refiere a un agua que es segura para el consumo humano. Todo depende de la fuente de la cual proviene, la manera en cómo es tratada, cómo se almacena y cómo es distribuida; entonces tenemos aquí una cadena en la cual no sólo es importante la fuente de abastecimiento, sino además cómo se maneja en los pasos posteriores” expresó la especialista.
Impulsando proyectos multidisciplinarios
En el LANCIS, existe una Unidad de Monitoreo Ambiental que tiene como objetivo el análisis, de tipo microbiológico, en cuerpos de agua como la cuenca de México, el río Magdalena y la zona de Xochimilco, donde se estudia la presencia de bacterias, virus, bacteriófagos (virus que sólo crecen si tienen una bacteria hospedera) y parásitos; también se analiza si éstos son patógenos o no, y si esto significa que existe un riesgo para la población.
La investigadora, quien además es integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, resaltó la importancia del trabajo multidisciplinario pues los proyectos que realiza son en colaboración con ingenieros, geólogos, microbiólogos, epidemiólogos y veterinarios, entre otros especialistas. “Esta es una de las visiones de la sostenibilidad: llevar a cabo un trabajo interdisciplinario para entender los problemas desde diversos ángulos y tratar de proponer soluciones a problemas complejos, como lo es el manejo del agua.”
El agua que se usa en la ciudad de México llega desde la zona de Lerma (agua subterránea) y del sistema Cutzamala (agua superficial). Esta agua se bombea a la cuenca de México y después se desecha a la cuenca del río Tula.
En la Unidad de Monitoreo Ambiental del Instituto de Ecología, además se lleva a cabo el estudio de compuestos orgánicos, como son aquellos que derivan de la cloración del agua, de combustibles y próximamente de fármacos, los cuales pueden llegar a alterar la fauna local y tener efectos sobre la salud humana.
Para la doctora Mazari es importante hacer saber a la población que el agua y su cuidado no sólo depende de las autoridades, sino de todos los usuarios, y es indispensable utilizarla y tratarla de manera consciente porque forma parte de un ciclo del cual depende la disponibilidad del agua para nosotros y las futuras generaciones.