En la ciencia siempre hay novedades, aunque se parte de lo conocido para planificar nuevos estudios, de manera que siempre hay una línea de investigación que se basa en hallazgos anteriores y se busca una nueva perspectiva.
Lo que se analizará en el futuro será, como siempre, la continuación de lo que ya se conoce y que ha generado nuevas preguntas. “Aún hoy intentamos probar lo que sospechamos es verdad, pero hay que probarlo”, comentó Gerardo Hebert Vázquez Nin, académico de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.
El universitario, que por su sólida trayectoria académica y significativa labor científica –tareas que influyeron en el desarrollo de la biología celular en la FC– fue designado profesor emérito de esa entidad, recordó que ahí impartió el primer curso de microscopía electrónica, que impulsó la fundación del laboratorio del mismo nombre, en el Departamento de Biología.
“Nuestras investigaciones se basan en la biología molecular, morfología y fisiología de las células”. Este tipo de estudios permiten planear un trabajo y concretarnos en objetivos precisos para lograr tesis de licenciatura y posgrado, así como presentación de resultados en congresos y publicaciones en revistas especializadas de repercusión internacional, que nos colocan dentro de los especialistas en los temas de núcleo, meiosis y muerte celular, dijo.
“Fundamos la especialidad en Microscopía Electrónica y sus frutos son significativos porque todos los egresados se han incorporado al campo laboral en diferentes instituciones educativas, de salud e investigación”, acotó.
En cuanto al emeritazgo, refirió que significa el reconocimiento a una trayectoria, tanto en docencia como en investigación, de más de 53 años, iniciada en Uruguay, seguida de una estadía en el Instituto de Cáncer de París, “para establecerme posteriormente de manera definitiva en México”.
Trayectoria
Vázquez Nin ha realizado una labor docente y científica rigurosa y de alta calidad, que en conjunto representan una actividad académica sobresaliente dentro de la UNAM.
Nació en Montevideo, Uruguay (1939), y se nacionalizó mexicano en 1976. Estudió las carreras de Medicina y Biología en la Universidad de la República Oriental del Uruguay, en donde obtuvo el título de biólogo en 1969.
Realizó una estancia de investigación en Villejuif, Francia –mediante una beca del gobierno francés, 1969-1971–, donde tuvo influencia directa de W. Bernhard en el campo de la ultraestructura del núcleo celular.
Al término de ésta se trasladó a México; aquí llevó a cabo labores de investigación en el Instituto Nacional de Cardiología (1971 a 1974), a la vez que completaba su formación con estudios de posgrado; obtuvo los grados de maestro en Ciencias (biología, en 1973) y de doctor en la misma especialidad (1974) en la FC.
Fue de los primeros profesores en esa entidad universitaria que, además de poseer sólidas bases teóricas, enseñaba los conocimientos producidos en sus propias investigaciones.
En 1974 fundó y se desempeñó como responsable del Laboratorio de Microscopía Electrónica de la Facultad de Medicina de la UNAM, a la vez que continuaba con la impartición de clases de posgrado en la FC, a la que finalmente se incorporó como profesor de tiempo completo; así, encontró en esta casa de estudios el lugar ideal para continuar su trabajo.