Datos de la Dirección General de Educación Indígena indican que hay 1.6 millones de niños indígenas en todo el país que cursan sus estudios en educación básica. Si bien los alumnos reciben sus libros de texto gratuitos en lenguas indígenas a nivel primaria, no hay continuidad cuando llegan a la secundaria pues no existen libros de texto en su lengua materna, y menos para aprender temas de ciencia.
La educación científica intercultural es una corriente en la enseñanza que incorpora al aula distintas perspectivas sobre el conocimiento de la naturaleza, donde el conocimiento científico convive con otras formas de conocimiento locales. Luz Lazos, integrante del proyecto de investigación “Alternativas para la enseñanza de las ciencias en contextos interculturales”, explicó el escenario actual:
“La enseñanza de las ciencias en México tiene problemas graves: el 70% de los niños no puede responder a cuestiones tan sencillas como qué es el hígado y cuál es su función. Por lo que nos interesaba incidir en las condiciones de la enseñanza de las ciencias en el nivel secundaria y por ello propusimos la enseñanza de las ciencias con una perspectiva intercultural donde se fomenten valores para reconocer, convivir y aprovechar la diversidad cultural”.
La interculturalidad en el aula
La especialista sostuvo que muchas veces se asocia a la educación intercultural con la atención a comunidades indígenas, sin pensar que la diversidad cultural de México se manifiesta en todo el territorio. “En un salón de primero de secundaria, en Ecatepec o Coyoacán pueden haber alumnos tzeltales, toztziles y tojolabales monolingües, es decir, hablantes de su lengua materna, por poner un ejemplo. El reto de los maestros ante grupos tan heterogéneos es mayúsculo si tomamos en cuenta que en la mayoría de los casos los profesores solo hablan español.”
Luz Lazos con Alejandra García Franco, Xenia Rueda Romero, Juan Carlos García Cruz y Roberto Feltrero, miembros del seminario, realizaron un diagnóstico de los obstáculos para enseñar ciencias en estos contextos y diseñaron estrategias didácticas a partir de la experiencia en una secundaria de Tlapa de Comonfort en Guerrero: “nos dimos cuenta que los adolescentes de esta escuela tienen muchos conocimientos acerca de las plantas y de la vida en general que no entran en la educación formal, pero que son muy importantes para el desarrollo de estrategias de enseñanza”, señaló Lazos.
A raíz de esas experiencias en el aula, Luz Lazos consideró que en el trabajo en un contexto de interculturalidad es esencial reconocer la diversidad lingüística en cada caso y promover la enseñanza de la lengua materna de los alumnos, así como la elaboración de materiales de ciencias en lenguas indígenas; para ello, se necesitan traductores de los textos escritos en español. Los resultados de la investigación también muestran que es necesario reconocer el conocimiento tradicional como una parte de la recuperación de los saberes locales y fortalecer la formación de los profesores.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, el escenario no es alentador. De cada 10 alumnos indígenas que ingresan a primaria, solo cinco estudiarán la secundaria, y de esa cifra únicamente dos estudiantes egresarán; se desconoce qué pasa con ellos cuando logran ingresar al bachillerato y menos cuando se inscriben a una licenciatura.
“En pleno siglo XXI, muchos se preguntan si se pueden enseñar las ciencias en lenguas indígenas pues hay una idea de que son primitivas o atrasadas, pero en realidad son lenguas vivas y pueden incorporar y adaptar palabras como ocurre con el español. También hay una percepción de que todo el conocimiento tradicional está basado en la superstición. Hay que eliminar esos prejuicios pues los conocimientos en las comunidades indígenas sí resuelven problemas locales”, señaló Lazos.
Para promover el reconocimiento de la diversidad lingüística de México, en el seminario hemos colaborado con Leopoldo Valiñas, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, y Lourdes Ros, del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, en la elaboración del folleto “10 cosas que todo hablante debe saber acerca de la lengua”.
Los materiales elaborados hasta ahora buscan mostrar a los alumnos que la ciencia también es un producto intercultural que surge de la interacción con diferentes conocimientos, que cambia y se enriquece con las aportaciones de otras culturas. Próximamente se podrá descargar El libro de la milpa en el portal educacionintercultural.unam.mx con el fin de que los profesores lo usen en el aula. Este libro orienta a los maestros para realizar proyectos de aula, aprovechando los conocimientos y experiencias de los estudiantes y docentes que viven en el campo y siembran en la milpa.
El proyecto “Alternativas para la enseñanza de las ciencias en contextos interculturales” lo dirige el doctor León Olivé, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México.