Según las últimas noticias de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, se observan disminuciones preocupantes de coníferas —los organismos más antiguos y más grandes del mundo—, los camarones de agua dulce, los caracoles cónicos y la marsopa sin aleta del Yangtsé.
El eslizón gigante de Cabo Verde, una especie de lagarto, el pececito de Santa Cruz y una especie de camarón de agua dulce se han declarado en extinción.
Con estos datos actualizados, se han añadido cuatro mil 807 especies a la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); por lo que el total de especies evaluadas asciende a 70 mil 294, de las cuales 20 mil 934 están amenazadas de extinción.
“Gracias a la Lista Roja de la UICN ahora contamos, como nunca antes, con más información sobre la situación de la biodiversidad en el mundo”, afirmó Jane Smart, directora Global del Grupo de Conservación de la Biodiversidad de la UICN.
“Pero el panorama general es alarmante. Debemos utilizar estos conocimientos al máximo —aplicando esfuerzos de conservación bien dirigidos y eficientes— si verdaderamente queremos detener la crisis de extinción que continúa amenazando a todas las formas de vida sobre la Tierra”, enfatizó.
Los datos actualizados incluyen la primera reevaluación mundial de las coníferas. Los resultados reflejan que 34 por ciento de los cedros, cipreses, abetos y otras plantas con conos o piñas del mundo actualmente están amenazadas de extinción: un aumento de 4 por ciento desde la última evaluación realizada en 1998.
El estado de conservación de 33 especies coníferas ha disminuido. El pino de Monterrey de California (Pinus radiata), el más plantado del mundo, valorado por su rápido crecimiento y las cualidades de su pulpa, aparece en la lista. El árbol ha pasado de la categoría Preocupación Menor —utilizada para las especies con un riesgo de extinción relativamente bajo— a En Peligro, con amenazas importantes debido a que son alimento de cabras salvajes y a los ataques por parte de un patógeno invasivo.
“Los trabajos de conservación y los resultados logrados con el ciprés de Lawson nos tranquilizan”, afirma Aljos Farjon, presidente del Grupo de Especialistas en Coníferas del CSE de la UICN. “Sin embargo, está claro que esto no es suficiente. Urge una investigación mayor sobre el estado y la distribución de muchas especies. Nos parece que hay muchas nuevas especies que deberían ser descritas, pero que es posible que nunca las descubramos debido al índice de deforestación y la conversión de los hábitats en plantaciones para obtener aceite.”
Las coníferas son las especies más antiguas y más grandes del planeta. Sin considerar a los humedales, las coníferas capturan más carbono que cualquier otro bioma, tres veces la cantidad capturada por los bosques tropicales y los bosques templados. Su valor económico es inmenso. Las coníferas se utilizan en la producción de madera y papel, y el agente anticanceroso Taxol® se obtiene de la corteza de muchas especies de tejo.
Asimismo, los datos actualizados de la Lista Roja de la UICN ofrecen resultados de la primera evaluación global de camarones de agua dulce, que determinan que 28 por ciento está amenazado con la extinción. El 10 por ciento se utiliza para consumo humano, como el langostino gigante de río (Macrobrachium rosenbergii), pero cabe mencionar que la especie es además parte importante de la red alimentaria de agua dulce.
La contaminación, la alteración del hábitat y la comercialización para acuarios son algunas de las principales amenazas a las que se enfrentan estas especies.
Con información de la revista digital Teorema Ambiental