El matemático estadunidense John Nash, que falleció recientemente, fue una figura muy importante para los economistas y para los matemáticos, ya que su teoría de los juegos no cooperativos, publicada en 1950 y por la que compartió el Premio Nobel de Economía en 1994 con el economista estadounidense John Harsanyi y el alemán Reinhard Selten, representó un gran avance, dijo James Mirrlees en la primera de las tres conferencias que el economista escocés tiene programado impartir en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante su ponencia “Las matemáticas del equilibrio económico”, en el auditorio “Alfonso Nápoles Gándara” del Instituto de Matemáticas de la UNAM, James Mirrlees, Premio Nobel de Economía 1996, destacó el papel de las matemáticas en la economía, ya que en ésta existen modelos que son una aproximación, en ocasiones remota, a la realidad, pero que son necesarios, por ejemplo, para calcular las tasas de impuesto al ingreso.
Aunque el profesor Mirrlees, de la Chinese University of Hong Kong, habló de elementos reconocidos en las economías reales, como los impuestos, los productores y los consumidores, al ser una plática dirigida a matemáticos –investigadores y estudiantes–, también retomó elementos abstractos como la simbología matemática utilizada en diversos modelos económicos, como el del equilibrio económico.
“Si bien el modelo del equilibrio económico se traduce en una situación en la que la demanda y la oferta son equivalentes, a veces se obtiene un equilibrio único, en otras el modelo lleva a la incertidumbre y, en ocasiones, el equilibrio no existe”.
Y aunque se puede pensar que los modelos se ajustan con mucha precisión a los datos, no siempre esto sucede. “En economía el modelo estándar incluye a los productores y a los consumidores que están presentes en el mudo real, es decir, conforman grupos que toman decisiones, en sentido económico, juntos.
Sin embargo, cuando en un modelo contemplamos a los productores, debemos tener en cuenta que en el mundo real existe una gran variedad de productores y que además tanto ellos como los consumidores se enfrentan a los precios”, expuso James Mirrlees, quien se hizo acreedor al Premio Nobel de Economía 1996 junto con el economista canadiense William Vickrey, por sus “contribuciones fundamentales a la teoría económica de los incentivos en condiciones de información asimétrica”.
Ante la pregunta de si en una economía como la de nuestro país sería recomendable incrementar el salario mínimo, el profesor Mirrlees señaló que determinar el efecto que tendría un aumento en el salario mínimo es complejo, ya que esta situación podría llevar a la disminución del empleo por el encarecimiento de la contratación de personal no calificado.
Por lo anterior, dijo, se debe tener en cuenta qué tan alto es el salario mínimo, ya que en los países del Mediterráneo, el incremento provocó en el largo plazo un elemento negativo a causa de la demanda laboral. “Entonces, el efecto del incremento al salario mínimo sería distinto dependiendo del estado del desempleo de cada país, por ello, de manera general, me parece que una mejor opción es dar subsidios al empleo”.
Mirrlees impartirá el día de hoy la conferencia “Las matemáticas de la política económica” en la misma sede; mientras que la plática “Las causas y la forma de tratar la desigualdad social y económica”, dirigida al público en general, se realizará el jueves en el auditorio “Alberto Barajas” de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ambas conferencias serán a partir de las 12:00 horas.