Alejandro Curiel Ramírez del Prado, de la Facultad de Filosofía y Letras, señaló que a través del tiempo, este grupo originario ha hablado diversos idiomas, los cuales se caracterizan por una serie de identidades, a diferencia de lo que pasa con el zapoteco, el totonaca o el mixteco.
En el ciclo de videoconferencias Los Mayas, organizado por la Centro de Estudios Mayas, en forma conjunta con el Instituto de Investigaciones Filológicas, en la Casa de las Humanidades de la UNAM, dijo que “contrario a lo que se piensa, este pueblo ha tenido más de una lengua. En realidad se trata de una diversidad que en algunos puntos consiste en sistemas de comunicación únicos”, refirió.
Otro aspecto es el de la cognición, pues hallazgos recientes han demostrado que la variante materna influye al momento de asimilar conocimientos diferentes y específicos.
Protomaya
El protomaya es la lengua madre, su reconstrucción llega al año 2000 a.C., en la sierra de los Cuchumatanes, Guatemala; sin embargo, los primeros hablantes debieron asentarse alrededor del año 5000 a.C. Los tres milenios que median entre la fundación y la reconstrucción hacen difícil darse una idea de cómo fue inicialmente.
Asimismo, señaló que también hay complicaciones al establecer características de un sistema de comunicación que, al parecer, no obedece a fronteras políticas, sino a peculiaridades del ecosistema.
En la actualidad, informó, son más de 30 idiomas mayas distintos, con fronteras claras entre tzotzil y tzeltal, sin comprensión entre sus hablantes e identidades encontradas. Entre ellos, hay coincidencias en fonología, morfología, sintaxis y semánticas, así como rasgos tipológicos comunes con otras familias lingüísticas del área. También hay similitudes entre las consonantes glotalizadas y semiconsonantes, aunque diferencias en sonidos vocálicos y en consonantes uvulares.
Con base en estudios recientes, se ha determinado que un millón 900 mil individuos se comunican en maya peninsular; alrededor de dos millones en k’iche; 50 mil lo hacen en tojolobal y 60 mil en poqomam.
Por trasmisión intergeneracional, el tobol-ab’al, teenek e ixil son hablados por 50 mil personas, 48 mil 500 lo hacen en keteko y 19 mil 500 en chu, aunque también hay extintas, como el chicomucelteco.