“De un trazo nace la arquitectura”, sugirió el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, conocido en su país como “el poeta de la curva” y uno de los grandes maestros de la disciplina en el siglo XX, a la par de Le Corbusier, Mies van der Rohe y Frank Lloyd Wright.
Además de los bosquejos que plasman en el restirador, los artífices disponen de distintas tecnologías por ejemplo, en tareas de restauración se recurre cada vez más a los medios digitales para determinar las lesiones y el grado de deterioro global de las construcciones.
En estos casos, tanto el software (programas) como el hardware (escáneres, cámaras) prestan ayuda invaluable para diagnosticar los daños. Si bien ofrecen información precisa, el grado de conocimiento y acierto en las propuestas de reconstrucción histórica o acciones de intervención dependen de otros factores, relacionados con la formación y habilidad de cada investigador y los equipos interdisciplinarios al proponer soluciones, aseguró Antonio Rodríguez Alcalá, doctor en arquitectura por la UNAM.
La Academia Mexicana de las Ciencias (AMC) reconoció su trabajo La reconstrucción histórica virtual de la Plaza Mayor de Mérida, Yucatán. Siglos XVI-XIX. Una aproximación al patrimonio cultural urbano arquitectónico por medio de las herramientas de computación visual, como una de las mejores tesis de doctorado en el área de Ciencias Sociales y Humanidades en 2012.
La investigación —asesorada por Geneviéve Lucet Lagriffoul, de la Facultad de Arquitectura— presenta una metodología para elaborar modelos virtuales de reconstrucción histórica, especialmente de entornos urbanos que han desaparecido, a partir de una propuesta para restaurar la Plaza Mayor de Mérida.
El trabajo requirió la integración de levantamientos topográficos, fuentes historiográficas, iconografía y cartografía, entre otras. Asimismo, se realizaron hallazgos y aportaciones de datos históricos inéditos sobre algunos inmuebles, informó.
Computación visual
El arquitecto compartió que en sus estudios de maestría desarrolló distintos planes de reconstrucción, basados en imágenes históricas. “Luego, tuve la oportunidad de aplicar estos métodos al elaborar una serie de proyectos de restauración para edificios dañados por el huracán Isidoro en 2002”, recordó.
Entre otros, consideró los del Ex Sanatorio Rendón Peniche, la Ex Estación Central de Ferrocarriles de Mérida y el Templo de Santo Domingo de Uayma, en Yucatán, realizados durante su gestión como jefe de Proyectos de Restauración de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de ese estado.
En todas estas operaciones, la clave fue optimizar los recursos tecnológicos al utilizar equipos no especializados y adaptarlos para obtener la máxima precisión posible, subrayó.
Rodríguez Alcalá invitó a los estudiantes a interesarse por la historia urbana y arquitectónica. El estudio de las riquezas culturales puede enriquecerse con el uso de nuevas tecnologías, enfatizó.
Es indispensable sensibilizar a las nuevas generaciones sobre su relevancia, valores y urgente necesidad de preservación, porque en el futuro este patrimonio estará en sus manos.
Los estudios de posgrado representan una excelente oportunidad para profundizar y apasionarse por estos temas. En este ámbito, la UNAM cuenta con una oferta seria y atractiva y una amplia gama de apoyos, instalaciones y servicios para cursarlos, concluyó.