¿Conoce usted el edificio ubicado la esquina que forman las calles de Balderas y Ayuntamiento en el Centro Histórico de la Ciudad de México? ¿Sabía que dicho inmueble fue creado por iniciativa del presidente Porfirio Díaz específicamente para alojar al Instituto Médico Nacional? Esta y otras historias podrá descubrirlas en la revista Ciencia de la Academia Mexicana de Ciencias.
En el nuevo número de esta revista -abril-junio 2012- titulado Inicios de la ciencia médica mexicana, se abordan hechos que hacen evidente que nuestro país tiene antecedentes sólidos y particulares en la investigación médico-científica, dejando atrás la creencia de que la investigación científica en diversos campos es muy reciente y que México tampoco tiene tradición en ese ámbito.
De esta manera y a diferencia del desdén manifestado por la mayoría de los gobiernos post-revolucionarios hacia la ciencia, y que en estos momentos alcanza niveles de “records Guines”, dice el Dr. Miguel Pérez de la Mora, director de Ciencia, Porfirio Díaz creía que en la ciencia y la cultura como factores de desarrollo para nuestro país y en congruencia con su pensamiento, no regateó recursos y creó instituciones dedicadas a fomentarlas.
La fundación del Instituto Médico Nacional representa la institucionalización de la investigación científica sobre temas médicos relacionados con la geografía y los recursos naturales del país, así como las características distintivas del mexicano tanto sano como enfermo, asegura la Dra. Ana Cecilia Rodríguez de Romo, editora huésped de Ciencia.
Expertos historiadores de la medicina se remiten hacia el último tercio del siglo XIX y exponen el florecimiento que durante ese tiempo tuvieron las ciencias médicas en México, dan a conocer aspectos de la trayectoria del Dr. Daniel Vergara-Lope Escobar, un fisiólogo obsesionado por la ciencia y uno de los pioneros del Instituto Médico Nacional.
Ciencia expone la naturaleza de algunas de sus investigaciones y de sus importantes resultados científicos, así como de la influencia que tuvieron tanto para el tratamiento de los enfermos como para la generación de nuevos institutos de investigación médica.
También da la bienvenida al Dr. José Ramón Cossío Díaz, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y miembro distinguido de la Academia Mexicana de Ciencias como nuevo colaborador quien escribirá sobre las complejas interacciones entre la ciencia y el derecho y en esta ocasión aborda los problemas asociados a las pruebas a las que se les atribuye valor científico.
Puede consultar este y otros ejemplares de Ciencia en www.revistaciencia.amc.edu.mx