Descifrar los sistemas de comunicación de los textos antiguos permite documentar aspectos y elementos insospechados sobre la historia, así que su valor no es meramente cultural, sino también historiográfico y, sin duda, un aporte a la humanidad, aseguró el doctor Erik Velásquez García, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, en el inicio del Ciclo de Conferencias "Premios de Investigación de la AMC".

Agregó que estudios de este tipo son muy poco cultivados en México, pero en los cuales es necesario poner especial atención, ya que analizar los sistemas de comunicación permitirá ahondar, reconstruir y enriquecer el pasado histórico de nuestro país.

Con la charla "Los sistemas de escritura precolombinos en el contexto universal de las escrituras", ofrecida por Velásquez García, arrancó esta nueva actividad de la Academia Mexicana de Ciencias,  inaugurada hoy por su presidente, Jaime Urrutia Fucugauchi.

“Organizamos este ciclo para dar la visibilidad que los ganadores del Premio de Investigación de la Academia requieren y para reconocer e impulsar a estos jóvenes talentos. Se planea ofrecer de 10 a 15 conferencias en diferentes sedes fuera de la Ciudad de México, para que de esa forma la AMC llegue a otros espacios del país”, dijo Urrutia.

Recordó que la distinción que entrega la Academia inició en 1961 y es la de mayor prestigio en el país para jóvenes talentos y un componente importante dentro de las tareas que lleva a cabo la AMC.

Los Premios de Investigación AMC se otorga a jóvenes investigadores -menores de 40 años en el caso de hombres y menores de 43 años en el de las mujeres-, que realicen investigación de frontera en las áreas de humanidades, ciencias exactas, ciencias naturales y ciencias sociales, así como en ingeniería y tecnología.

En ese sentido, Erick Velásquez reconoció que la importancia de divulgar la labor de los investigadores son parte de las buenas noticias que ocurren en México y permiten a más gente enterarse de qué están haciendo los científicos, de ahí la relevancia y la distinción, dijo,  que la AMC lo haya invitado a formar parte de esta iniciativa.

El doctor Renato González Mello, director del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, tuvo el encargo de hacer la presentación del conferencista, de quien destacó algunas de las importantes distinciones de las que se ha hecho merecedor a lo largo de su joven y exitosa trayectoria profesional.

Entre los reconocimientos otorgados al especialista en historia, historia del arte y escritura jeroglífica maya se encuentran la Medalla “Gabino Barreda” en 1998, por el promedio más alto en la licenciatura de historia en su generación; el Premio “Francisco Javier Clavijero” en 2001, que otorga el INHA por mejor tesis de licenciatura en historia y etnohistoria, el Premio de Investigación de la AMC a la mejor tesis de doctorado en humanidades en 2010 y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de investigación en humanidades en el 2013. Velásquez García es docente desde 1997  e investigador nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores.

En la actualidad, el investigador se encuentra finalizando un estudio sobre las entidades anímicas de los mayas, y sus conceptos sobre cuerpo y alma.

Descifrar los sistemas de escritura precolombinos, un camino aún por recorrer

Velásquez García habló en la conferencia que ofreció sobre el uso y utilidad de la gramatología y cómo los sistemas de escritura precolombinos de América se pueden analizar también desde el punto de vista gramatológico.

Sostuvo que todos los sistemas de escritura que el hombre ha creado, aunque son diferentes en naturaleza, son signarios; que aun cuando representan idiomas distintos y fueron usados, a veces por culturas que no tuvieron nada en común, todos tienen los mismos recursos, las mismas bases, incluso hablando de la escritura que usamos hoy en día que es de herencia latina, y que estos estudios forman parte de la ciencia de la escritura.

En este contexto, indicó que el sistema de escritura mesoamericana recae en tan sólo dos lenguas: la maya y la náhuatl, una circunstancia que ha permitido establecer una diferencia entorno al resto de las lenguas en el mundo.

“Estos dos sistemas (náhuatl y maya) son los que mejor comprendemos pero existen otros como el zapoteco y el mixteco, entre otros, en los que todavía no entendemos que idioma están representado, sistemas que aún no hemos descifrado.

“La misma lengua teotihuacana no sabemos ni siquiera en qué idioma está. No sabremos qué tan distintos son entre sí hasta que no lo descifremos con base en los argumentos gramatológicos de la ciencia de la escritura. Esperamos que tenga un repertorio de signos, una serie de recursos escriturarios y reglas de composición, porque eso es lo esperado”.

Reconoció que el camino por recorrer en esta línea de investigación aún es largo porque existen muchos sistemas de escritura en Mesoamérica. “Si aplicamos los métodos gramatológicos adecuados para descifrar los sistemas nos quedan 200 años de investigación”, aseguró.

Asimismo, hizo hincapié en que hace falta aplicar una metodología histórica; es decir una crítica del documento escrito.

“Generalmente los epigrafistas, que pueden leer estos sistemas de escritura antiguos, tienden a apasionarse tanto que llegan a asumir lo escrito como un acontecimiento de realidad histórica y olvidan cuestionarse. Tenemos que criticar los textos, los métodos de análisis histórico y contrastar la información arqueológica que no siempre coincide. Cuando ocurre esto, nos permite imaginar otros caminos. Ir más allá de la lectura literal, para así contribuir a la construcción de la historia”.