Los antecedentes más antiguos de mediciones formales del nivel del mar en México son las realizadas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde finales de los años cuarenta del siglo pasado, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional y el Servicio Geodésico Interamericano, para apoyar la elaboración de la carta respectiva, a escala 1:500,000.
Una vez creado el Servicio Mareográfico Nacional (SMN) en 1952, fue posible conocer el tipo y rango de mareas en México, lo que ha sido fundamental para la operación de puertos y construcciones en zonas costeras; para determinar el nivel medio del mar e indispensable en la cartografía nacional.
“La información de la variabilidad del nivel del mar ha permitido apoyar el desarrollo del conocimiento de la dinámica del Pacifico tropical nororiental y del Golfo de California. También se han monitoreado muchos eventos de marea de tormenta, tsunamis locales y remotos”, comentó el doctor José Francisco Valdés, director del Instituto de Geofísica de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Otro de los trabajos internacionales relevantes en los que participó el Servicio fue en los años 80 cuando se monitoreó el fenómeno de El Niño y que tuvo entre sus resultados mostrar la capacidad para pronosticar este fenómeno.
“La riqueza y posibilidades de utilización de las bases de datos generadas por el SMN es amplia, sin embargo, éstas aún esperan ser analizadas para profundizar en el conocimiento de los fenómenos señalados y otros, de los que hoy podemos conocer más”.
A decir del investigador existen en la actualidad pocos oceanógrafos que aprovechen los datos generados por la veintena de antenas de monitoreo y los datos históricos que se tienen del Servicio Mareográfico.
Revalorar al SMN
El gobierno mexicano debe apoyar más al SMN, que celebró hace unos días 60 años de existencia, para que ofrezca un mejor servicio, consideró Valdés.
“Se necesita que el gobierno mexicano aporte recursos directamente para el servicio porque la Universidad Nacional es una institución que está dedicada a la investigación, la docencia y la difusión de la cultura. Con mucho gusto hacemos nuestra labor, pero lo ideal es que el gobierno aporte el mantenimiento del servicio”, señaló el experto.
Entre las principales necesidades de modernización que requiere el Servicio destacan mejores equipos, redundancia en detectores del nivel del mar, GPS y medidores de parámetros meteorológicos.
“Si funciona el convenio que crea el Sistema Nacional de Alerta de Tsunamis se comprometen 10 millones de pesos para el Servicio Mareográfico. Además está el convenio para la Red Sísmica Mexicana (signado con las Secretarías de Gobernación, Marina y Comunicaciones y Transportes) que promete 5 millones más para el Servicio”, señaló Valdés.
Algunos años atrás el Servicio Mareográfico Nacional vivió una profunda crisis debido a que había muy pocas estaciones operando y los recursos disponibles eran escasos.
“Enfrentamos entonces la disyuntiva de cerrarlo o hacer un esfuerzo para renovarlo. Para tomar la decisión se convocó a un grupo de académicos especialistas y la conclusión fue que era importante que la UNAM continuara midiendo el nivel del mar”, recordó el titular del Instituto de Geofísica.
“Ojalá ahora que se cree la conciencia de que este es un servicio más que el país necesita y es importante no sólo para los tsunamis, sino para la navegación portuaria y la cartografía”.
Las oficinas principales del Servicio Mareográfico Nacional se encuentran en el Instituto de Geofísica de la UNAM, al igual que las del Servicio Sismológico Nacional.