La Comisión de Investigación Espacial (COSPAR, por sus siglas en inglés), la organización en ese campo de más alto rango en el mundo, otorgará la Medalla Vikram Sarabhai a Rafael Navarro González, astrobiólogo mexicano e investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
La distinción internacional, que reconoce las aportaciones del universitario en la búsqueda de vida en Marte, se entregará el próximo 16 de julio en la ceremonia inaugural de la 39 Asamblea Científica de COSPAR, a realizarse en Mysore, India.
Es concedida cada dos años a un científico de cualquier país que haya realizado indagación sobresaliente en ciencias planetarias, y se confiere conjuntamente por COSPAR y la Organización de Investigación Espacial India (ISRO, por sus siglas en inglés), en honor del físico Vikra Sarabhai, impulsor de los viajes espaciales de ese país.
“Soy el primer mexicano y el segundo latinoamericano, después del argentino Marcos E. Machado, en recibir la medalla, que reconoce mi trayectoria en su conjunto”, señaló Navarro, en entrevista.
Aportaciones relevantes
Varios estudios han jugado un papel trascendente para lograr esta distinción. “En este caso, han sido muy importantes el descubrimiento de una zona estéril parecida a Marte en el desierto de Atacama, en Chile y, más recientemente, el reanálisis de los datos de las naves Vikingo I y II de la NASA (lanzadas al planeta rojo en 1975 y 1976), que sugiere que sí había compuestos orgánicos en el planeta rojo”, resumió.
Navarro es representante de la sección de Astrobiología en COSPAR, organismo que alberga a más de 10 mil científicos del mundo ligados con la investigación espacial en ingeniería, física, medicina, química y biología, entre otras disciplinas.
Desde 1987, año en que era estudiante de doctorado, asiste regularmente a las reuniones de ese organismo, que se realizan en diversas naciones. “Hay un gran número de mexicanos que son integrantes de esta asociación”, subrayó.
Al inicio de su carrera científica, el universitario ha estado ligado al ámbito internacional, con la realización de investigaciones de vanguardia en colaboración con colegas de otros territorios, especialmente de la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA).
“De pequeño tenía muy claro lo que quería: saber si hay vida fuera de la Tierra”, reconoció. “El trabajo ha sido en etapas, con la traza de metas pequeñas que se han cumplido, y a lo largo del tiempo, se ha logrado una a largo plazo, que es la investigación con el robot Curiosity en Marte”, relató.
Actualmente, Navarro y sus colegas esperan la llegada de Curiosity a suelo marciano, el próximo 6 de agosto, para iniciar el cotejo de datos.
“Para la tercera semana a partir de su amartizaje tendríamos el primer análisis de suelo, y sería una confirmación de lo que ya sospechamos: que hay compuestos orgánicos en ese planeta. Sería la culminación de este trabajo”, precisó.
Asimismo, aclaró que no cree que puedan descifrar si hay vida, pero sí los componentes que la forman. “Tendremos que descifrar si estos son de origen biológico o abiótico”.
De comprobar si son biológicos, la siguiente misión a Marte sería para buscar rastros de vida, pero para ello, habría que esperar varios años.