Con la apertura al público de las zonas arqueológicas de Cañada de la Virgen, en Guanajuato, y Tancama, en Querétaro, en 2011, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) elevó a siete el número de sitios prehispánicos abiertos durante este sexenio. Para 2012 se proyecta abrir otros en los estados de Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Sonora y Zacatecas.
En febrero de 2011, y luego de diez años de trabajos de investigación y restauración, fue abierta a la visita pública la Zona Arqueológica de Cañada de la Virgen, en el municipio de San Miguel de Allende, Guanajuato, cuya puesta en valor representó una inversión de 18 millones de pesos, aportados por los tres niveles de gobierno.
Se trata de un asentamiento de origen hñahñu (otomí), ocupado entre los años 540 y 1050 d.C., que los antiguos habitantes construyeron a partir de la contemplación de la ruta del sol, de tal manera que sus templos presentan una alineación simétrica con los astros; destaca La Casa de los Trece Cielos, el principal conjunto arquitectónico del sitio, cuyo diseño está asociado con la trayectoria solar, de tal manera que en el amanecer de los días 17 de abril y 25 de agosto el astro pasa sobre su pórtico.
El segundo sitio prehispánico abierto en octubre pasado fue Tancama, enclavado en la Sierra Gorda de Querétaro, cuyas antiguas construcciones fueron hechas antes del siglo VI d.C., y durante el periodo Clásico Medio (500-750 d.C.) por grupos de filiación huasteca.
El lugar se conforma de tres plazas en desnivel que imitan la forma del Cerro Alto o Tancama, lo que permite el registro del solsticio de invierno en la cima artificial. En el recorrido se pueden admirar edificios como el de las Mariposas de Cobre (el más alto del lugar con 7.5 m), de los Muertos, de la Culebra Azul, del Patojo, de las Espinas de Mantarraya, del Huasteco, de los Anzuelos, del Callejón y del Cuchillo de Obsidiana. También destaca un juego de pelota de 18 metros de largo, uno de los más pequeños localizados en México.
Para 2012, y siguiendo con la estrategia de colaboración con los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) para la puesta en valor de los vestigios prehispánicos y la dotación de infraestructura, se tiene proyectada la apertura de otras zonas arqueológicas en el país, mismas que coadyuvarán a la generación de empleos para las comunidades aledañas.
Se trata de las zonas arqueológicas de San Miguelito (Quintana Roo), Lagartero e Iglesia Vieja (Chiapas), Atzompa (Oaxaca), Cerro del Teúl (Zacatecas) y Cerro de Trincheras (Sonora), donde el INAH ha trabajado por varios años en la exploración y rescate de las edificaciones prehispánicas, con base en proyectos de investigación de mediano y largo plazos.
San Miguelito (Quintana Roo)
Perteneciente a la cultura maya, el sitio se localiza en el bulevar Kukulcán, donde también se construye el nuevo Museo Arqueológico de Cancún, que albergará piezas prehispánicas halladas en diversos sitios de esa entidad.
Cerro del Teúl (Zacatecas)
Símbolo del poblado zacatecano de Teúl de González Ortega, limítrofe con Jalisco, es uno de los pocos sitios en América que tuvo una ocupación ininterrumpida de mil 800 años (200 a.C.–1531 d.C.). Fue el centro ceremonial por excelencia de los caxcanes, uno de los grupos más aguerridos contra los conquistadores españoles, a quienes estuvieron a punto de derrotar en la famosa Guerra del Mixtón.
Cerro de Trincheras (Sonora)
Se ubica en el poblado del mismo nombre, en la parte media del valle del río Magdalena. Fue centro rector de las comunidades de la tradición Trincheras de 1300 a 1450 d.C.; entre sus elementos arquitectónicos destacan estructuras como La Cancha, El Caracol y El Mirador.
Lagartero (Chiapas)
Se localiza en el municipio chiapaneco La Trinitaria, en la frontera de México con Guatemala, en las afluentes del río Grijalva. La ocupación humana en Lagartero inició desde el 450 a.C. al 250 d.C., pero registró su máximo apogeo hacia el periodo Clásico Tardío, entre los años 700 y 900 d.C., cuando se edificó la mayor parte de las estructuras que conforman el antiguo centro urbano.
Iglesia Vieja (Chiapas)
Ubicado en Tonalá, Chiapas, este sitio prehispánico destaca por su arquitectura compuesta por grandes bloques de piedra —de más de dos metros y una tonelada de peso—, que rompen toda norma de la arquitectura mesoamericana conocida. Fue ocupado entre los años 250 y 450 d.C., en el periodo Clásico Temprano, por un grupo local perteneciente a la cultura zoque.
Atzompa (Oaxaca)
Cercana a la ciudad de Oaxaca, Atzompa funcionó como una “pequeña ciudad satélite” de la urbe zapoteca de Monte Albán, hacia 650-850 d.C. En este sitio se han hallado tres canchas de juego de pelota, una de ellas de 20 metros de longitud.
Zonas arqueológicas abiertas en el sexenio
Tancama (Querétaro), Tehuacalco y Soledad de Maciel (Guerrero), Peralta y Cañada de la Virgen (Guanajuato), Chiapa de Corzo (Chiapas) y Bocana del Río Copalita (Oaxaca).
Revista Protocolo