La iniciativa Estación Científica La Malinche: Investigación Integrativa para la Conservación y Educación Ambiental, coordinada por Margarita Martínez Gómez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, fue elegida por el Programa Volkswagen Por amor al planeta, como ganadora del Premio Apoyo a Proyecto de Investigación en un Área Natural Protegida.
El reconocimiento consta de un estímulo económico y busca impulsar la conservación y fortalecer la infraestructura científica y tecnológica en estas zonas.
“Se trata de un esfuerzo multidisciplinario que involucra a diversas instituciones: UNAM, universidades de Tlaxcala y Puebla, así como el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste; busca formar recursos humanos e impactar socialmente a través de la educación científica y ambiental”, indicó Martínez Gómez.
Ganador de entre 25 trabajos de todo el país, busca aportar conocimientos sobre el Parque Nacional La Malinche, a través de la estación científica del mismo nombre. Tiene cuatro objetivos: contribuir al conocimiento de la diversidad local; impulsar interés y fomentar aprecio por los ecosistemas entre los locales mediante trabajo comunitario; formar recursos humanos de alto nivel, y promover la discusión entre especialistas, alumnos y habitantes de la región sobre problemas actuales, como el cambio climático”.
Parte de nuestra labor tiene que ver con el censo de aves rapaces, que contempla las poblaciones, qué especies hay y cómo se encuentran, qué tanto les afecta un área perturbada, dónde anidan y qué comen, a cargo de Ricardo Rodríguez Estrella, precisó Blanca Hernández, colaboradora en el proyecto y académica de la Facultad de Ciencias (FC). “No se había hecho un estudio así en el centro del país”, indicó.
La idea, añadió Martínez Gómez, es monitorear no sólo a las rapaces, sino también, por medio del establecimiento de estanques artificiales, a otras aves, mamíferos carnívoros y a anfibios —algunos en peligro de extinción— como parte de una investigación sistemática, dirigida por Constantino Macías y Fausto Méndez, investigadores de la UNAM. También se pretende regresar este conocimiento a los organismos encargados de la conservación y la elaboración de planes de manejo.
Otro aspecto es la relación con las comunidades de la montaña; por ello, en colaboración con Alejandra Alvarado Zink, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, con Andrés Camou de la ENES Morelia y académicos de la Universidad Autónoma de Tlaxcala , creamos un programa llamado Los Tesoros de la Malinche.
La idea es que la investigación sea llevada a los niños y jóvenes de esa zona y se vea la integración entre el conocimiento generado y la aplicación directa en las comunidades. Hasta ahora se había trabajado en Tlaxcala, pero en colaboración con la BUAP se hará lo mismo en Puebla. De esta forma, esperamos que al conocer los recursos, aprendan a conservarlos, puntualizó.
Además, hemos elaborado y probado un instrumento de evaluación para el impacto de esta actividad, a través de un proyecto PAPIME, que involucra a estudiantes del CCH, experiencia que nos permitirá evaluar el impacto de las actividades de divulgación y educación ambiental con las comunidades, refirió.
El trabajo en La Malinche es más amplio. Hemos llevado grupos de Ornitología de la FC; les aplicamos un cuestionario —antes y después de su estancia— para evaluar el impacto de las actividades, acotó Blanca Hernández.
“Junto con académicos de la Universidad de Tlaxcala elaboramos la guía de aves del Parque Nacional La Malinche y del propio estado. Esto será útil para las comunidades porque el conocimiento básico generado será útil para que quienes asisten a estos lugares identifiquen las especies al verlas”, comentó.
Complementamos con actividades de cuidado a la salud, de promoción de la actividad física, mejoramiento de dieta, entre otras, aunque éstas no se incluyeron en el proyecto ganador, indicó Margarita Martínez.
Al respecto, la especialista en psicobiología del IIBm, Robyn Hudson, señaló la relevancia de las redes generadas a través del proyecto, porque se han estrechado vínculos con el DF, Puebla, Tlaxcala y Xalapa y sus respectivos centros de educación superior.
Este esfuerzo nos permitirá hacer incursiones; intentamos montar un sistema de pequeños estanques artificiales para proveer agua a aves y mamíferos de la región y que sirvan para actividades de educación ambiental, subrayó Martínez Gómez.
“Tenemos autorización para realizar actividades de divulgación a la región de Puebla cercana a La Malinche”, concluyó.
El apoyo económico recibido se repartirá a lo largo de tres años. El reconocimiento se entregará en la tercera semana de marzo.