El Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM es uno de los más prestigiados en su ámbito a nivel internacional porque ahí no sólo se realiza investigación de vanguardia en diversos temas y enfermedades entre las que se encuentran el cáncer o el Sida. También se produce conocimiento, se forman recursos humanos de la más alta calidad y se tiene una intensa vinculación con la industria.
El Instituto tiene 72 años de existir y de hecho es uno de los más antiguos de esta Universidad, tiene un gran renombre dentro y fuera del país y muchas fortalezas, afirmó la directora de esta instancia universitaria, Patricia Ostrosky Shejet.
Una de ellas, abundó, es que hemos tenido directores de excelencia, reconocidos a nivel mundial como Guillermo Soberón y Juan Pedro Laclette, entre otros.
Tres premios Canifarma
En cuanto a los Premios Canifarma 2012, Ostrosky resaltó el hecho de que en esta ocasión de nueve premios que se entregaron, el IIB obtuvo tres “y además fueron para investigadoras y esto es muestra de que en la Universidad las oportunidades de desarrollo son las mismas para hombres y mujeres”.
“Que tres de nuestros integrantes sean reconocidos con uno de los premios más importantes otorgados en el ámbito científico a nivel nacional, habla de que en este Instituto se producen trabajos de mucha calidad, que además representan desarrollos tecnológicos con un impacto en la salud”, añadió.
La directora señaló que otra de las fortalezas de la entidad la constituyen las líneas de investigación. “En la presente administración se tratan de crear programas multidisciplinarios con el propósito de unir a varios investigadores para que trabajen en la solución de un solo problema”.
El primero de ellos, señaló, es uno sobre cáncer de mama para tratar de encontrar marcadores que nos permitan diagnosticar este padecimiento sobre todo en casos específicos, porque nos hemos dado cuenta que este padecimiento cada vez aparece a edades más tempranas, y en esas circunstancias, puede ser más agresivo y resistente a los tratamientos.
Hasta ahora, mencionó, uno de los marcadores consiste en ver si los tumores son sensibles a estrógenos o no. Si es el caso, además de extirparlos, se evita la producción de estrógenos sea con fármacos o mediante una ovariectomía para evitar la producción de esta hormona.
Asimismo, agregó, existen otros marcadores, aunque en ciertas pacientes en las que el cáncer aparece en edades tempranas, los que se utilizan son negativos por lo que nosotros nos hemos enfocado a estos tumores negativos y junto con investigadores del Instituto Nacional de Cancerología buscamos otros biomarcadores que nos permitan detectarlos de manera temprana e investigación de tratamientos eficaces para atender a las pacientes que están en esta condición.
También, informó, “desarrollamos un programa de vacunas y tratamientos para bajar la inflamación neurológica como la ocasionada por la neurocisticercosis”.
Tenemos otro llamado “Protege”, cuyo propósito es detectar a las poblaciones genéticamente sensibles a los factores ambientales, la cual está dada por genes de susceptibilidad; si detectamos a esta población podremos buscar tratamientos o implementar medidas preventivas, precisó.
Vinculación
El Instituto está vinculado a algunas instancias nacionales de salud a través de unidades periféricas ubicadas en Cancerología, Nutrición, Neurología y Pediatría, y estamos por desarrollar otra en Perinatología, refirió.
De esta manera, interactuamos con los médicos en los hospitales y estamos en contacto más directo con los pacientes, subrayó.
Además, acotó, contamos con dos unidades foráneas, una en Veracruz, y otra en Tlaxcala que nos permiten tener contacto con estudiantes del interior del país y con los problemas de salud que se presentan en esas localidades.
El IIB tiene una unidad de vinculación que hace posible que tengamos relación con la industria a través de convenios o bien por medio de colaboraciones específicas.
Actualmente, desarrollamos diversos proyectos con empresas como Altecsa, Biofábricas, Silanes, Esterifarma, y Psicofarma, entre otras, enfatizó.
Por ejemplo, apuntó, con Psicofarma hemos desarrollado dos medicamentos, uno es el Transkript® y otro cuyo principio activo es la vinpocetina, cuya comercialización esta por iniciarse. Dos medicamentos nuevos desarrollados en una misma institución no es muy común en México ni en otros países.
Investigación básica y docencia
Biomédicas cuenta con 93 investigadores, cuyo trabajo también se refleja en el área de investigación básica y en la producción de artículos originales publicados en las revistas científicas más reconocidas a nivel internacional, enfatizó.
En el ámbito de docencia, participamos en la Licenciatura en Investigación Biomédica Básica, así como en los programas de posgrado en Ciencias Biomédicas, Ciencias Biológicas, Ciencias Bioquímicas, Ciencias de la Producción y la Salud Animal, y Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, indicó.