La astrónoma Silvia Torres Castilleja fue reconocida una vez más en su carrera, en esta ocasión con el Premio de Equidad de Género “Miguel Alemán Valdés” 2015, que otorga la Fundación Miguel Alemán A.C, por el impulso que ha dado a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el campo de la ciencia.
“Un impulso que no siempre ha franqueado sus puertas de buen grado para que por ellas crucen las mujeres, ha habido necesidad de forzar esas puertas o empujarlas con especial energía para que se abran paulatinamente al acceso de las mujeres”, destacó Sergio García Ramírez en la presentación que hizo de la investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM durante la ceremonia.
Apuntó que la doctora Torres Castilleja ha tenido que ver en este cambio propiciando entre las mujeres “el saber que es la llave de la libertad; las mujeres se liberan en la medida en que saben cómo hacer las cosas, esto les confiere libertad y a los varones nos acompaña, nos enorgullece y complementa”, resaltó quien en el pasado ocupó diversos cargos en la función pública.
El evento en la que la científica recibió una medalla, un diploma y un premio económico, se llevó a cabo el pasado 25 de febrero en la Biblioteca Mexicana de la Fundación. El acto lo encabezaron Miguel Alemán Velasco y Christiane Magnani, presidente e integrante del Patronato, respectivamente; Alejandro Carrillo Castro, director general de la asociación civil; e Irma Cué Sarquís y Sergio García Ramírez, coordinadores del Programa de Equidad de Género.
Carrillo Castro sostuvo que la idea que se tiene en la Fundación de “conseguir una equidad de género como propósito no es tarea exclusiva de la mitad de la humanidad, es decir, de las mujeres; es de las mujeres y de los hombres”.
En ese propósito, abundó Irma Cué, ministra jubilada de la SCJN, se ha visualizado a la mujer en la judicatura, política, economía, docencia, academia, salud, comercio y en toda actividad social, porque al igual que el hombre su participación es permanente, constante en la decisión y presta en la ejecución.
“La equidad de género si alguna vez fue un sueño hoy es una realidad en una de las ramas de la actividad colectiva; si alguna vez fue reto, ese obstáculo se ha superado en la tinta y en la voluntad social (…). Los cambios culturales en la equidad de género debemos continuarlos, defendiendo sus ventajas y predicando con el ejemplo”.
Sergio García Ramírez dijo que desde que se creó el Premio en el año 2010 se ha entregado en cuatro ocasiones: a la historiadora Clementina Díaz y Ovando, la primera en recibirlo en 2011; al colectivo Red de Mujeres en Plural; a la política Dulce María Sauri Riancho; y a la jurista Victoria Adato Green.
“(…) Silvia, investigadora emérita de la UNAM y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), ha ido acumulando lauros bien merecidos. Sus pares la reconocen como científica de vanguardia que ha contribuido al avance del conocimiento, no solo a la difusión sino también al avance y compresión en el conocimiento y evolución del universo”, resaltó el abogado de la que hoy es presidenta de la Unión Astronómica Internacional, organización que agrupa alrededor de 12 400 astrónomos profesionales de 90 países.
Algunas reflexiones sobre las científicas en México
En su discurso, la doctora Silvia Torres ofreció un breve panorama de lo que implica el quehacer científico, y de las dificultades para realizarlo tanto para hombres como para mujeres en nuestro país. “Las científicas confrontan las mismas dificultades que sus colegas en todos los campos de la ciencia, pero adicionalmente las mujeres enfrentan problemas particulares de género”.
Como ejemplo de esta problemática planteó la presencia de obstáculos que se les interpone a las niñas y a las jóvenes con afición a la ciencia, obstáculos, dijo, ocultos y que forman parte de las estructuras sociales de convivencia.
“Las propias familias no fomentan de igual manera a las mujeres y a los hombres en una actividad profesional de tanta entrega como es la ciencia. Estas actitudes se perciben desde la infancia donde los juguetes y las responsabilidades del hogar se distribuyen de manera diferenciada entre las niñas y los varones. Más adelante, las exigencias del ´papel´ que la sociedad impone a las mujeres se manifiestan también en la relación de pareja y de la atención a la familia”.
Añadió que aquellas jóvenes que logran estudiar una carrera y prepararse para la ciencia, en algún momento se enfrentan con los problemas de acoplar una actividad tan demandante con las obligaciones familiares.
“Debemos reconocer que en unas cuantas décadas ha habido cambios muy significativos en algunos sectores de la sociedad, y cada vez más los padres también participan de estas actividades en mayor proporción. Sin embargo, este país es muy desigual, y en él conviven grupos con muy diferentes visiones del mundo, y aunque la mujer aporte también al ingreso familiar, se le demanda el papel tradicional frente al hogar y los hijos”.
Silvia Torres aseguró que como resultado de la educación que ha rodeado a las mujeres, con frecuencia estas aceptan en el trabajo un rol secundario o de apoyo, y ellas mismas no aspiran a jugar el papel de dirigente o de líder. Este fenómeno también hace su aparición en los centros de trabajo.
Y pese a ello
La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) consideró, que gracias al esfuerzo de muchas mujeres, estas actitudes en el trabajo han ido cambiado, y cada vez más se acepta el liderazgo de las mujeres, y en su opinión, los logros alcanzados por la mujer en muchas áreas han sido enormes.
Expuso que datos estadísticos en los sectores académico y estudiantil de la propia UNAM indican que la proporción de mujeres es de 50.4% entre los estudiantes de licenciatura y de 43.8% entre el personal académico. En este último, las estadísticas siguen el patrón mundial, ya que la fracción de mujeres es menor en los puestos de mayor reconocimiento. Añadió que en el SNI se ha alcanzado una proporción de 35% de mujeres y en la AMC la proporción es menor, con el 24%.
“Mundialmente se observan los mismos patrones. En la Unión Astronómica Internacional, organización de la que soy presidenta, entre los 12,414 integrantes únicamente una fracción, 16.9%, la conforman mujeres”.
La investigadora reiteró que aun cuando se han logrado avances significativos en la búsqueda de la equidad de género, todavía queda mucho por hacer.
Expresó que su percepción es que no solo las mujeres necesitan trabajar en ciencia, sino que la ciencia requiere que las mujeres participen en esta actividad.