Claudia Ángel Pérez nació en San Juan Jaltepec, una zona de alta marginación ubicada en el municipio de Santiago Yaveo, en el distrito de Choapan, Oaxaca. Es la primera persona de su comunidad que estudió una licenciatura, la única con un posgrado y, también la primera mujer.
En la Unidad Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, la bióloga se graduó como maestra en Ciencias, y lo hizo con mención honorífica.
Con un atuendo del Istmo de Tehuantepec, Claudia presentó el trabajo de investigación “Crecimiento y supervivencia de Lutjanus colorado en jaulas flotantes a dos densidades de siembra”, proyecto con posibilidades de aplicación social.
“San Juan Jaltepec, como muchas comunidades indígenas del país, está en un municipio de alta marginación, razón por la que no es fácil estudiar. Para cursar la secundaria y el nivel medio superior tuve que salir y trabajar a cambio de hospedaje y alimentación. A pesar de que en cada nivel que lograba alcanzar la familia me insistía que ‘hasta ahí podría llegar, nomás’, cursé la licenciatura en Biología Marina en la Universidad del Mar en Puerto Ángel, Oaxaca, gracias a la beca de colegiatura y alimentación que me otorgó la institución.
“Soy la primera persona que logró cursar una licenciatura en mi comunidad y, de momento, la única con un posgrado, con las facilidades que otorga la UNAM y la beca que me asignó el Conacyt por haber ingresado al posgrado de Ciencias del Mar y Limnología, perteneciente al Programa Nacional de Posgrados de Calidad”, relató.
Indígena y mujer
Lo anterior no es fácil de conseguir si se es indígena y mujer, por las dificultades económicas y culturales que implica, prosiguió.
Entre otras, destacó la falta de empleo que prevalece en esas comunidades; la educación escolarizada que ocupa los últimos lugares en las prioridades de los grupos rurales, y la preferencia que se da a los hombres frente a las mujeres en el momento que hay posibilidad de que alguien de la familia se instruya.
Además del aspecto económico, la bióloga subrayó la discriminación y desigualdad en la preparación académica, porque el nivel educativo en el campo está muy por debajo del que tienen las zonas urbanas, lo que genera deserción por las dificultades académicas que enfrentan quienes provienen de esas áreas.
“Estas y otras condiciones llegan a causar resentimientos y pérdida de identidad en las y los jóvenes indígenas, que desarrollan un lamentable desprecio por sus orígenes y cultura ancestral. A pesar de esta situación son importantes la formación y los valores que se nos proporciona en cada familia, desde la infancia. En mi caso, mi madre siempre me dijo que jamás me sintiera inferior por ser indígena, que al contrario, tenía que sentirme orgullosa por conocer mi origen y ascendencia; fue el motor que me alimentó en momentos críticos”, comentó.
Claudia reconoció que su formación, el ambiente del posgrado y la vida en la investigación, la han hecho crecer y tener confianza. “A pesar de que soy una persona distinta de la que salió por primera vez de mi comunidad, llevo siempre conmigo mi cultura e identidad y me siento orgullosa”, reiteró.
Estudio sobre peces pargos
La bióloga y maestra en Ciencias dedicó su investigación a una especie de pez, Lutjanus colorado, que pertenece al grupo de los pargos, catalogado de primera clase por la calidad de su carne.
Se trata de una especie objetivo, que se captura con todos los métodos existentes y ha sido sometida a una fuerte presión de pesca.
“Con mi estudio se aportan conocimientos que permitirán aumentar su población, al facilitar su cultivo en cautiverio. Se propone así una nueva especie para la psicultura marina, por haber alcanzado tasas de crecimiento y un factor idóneo de conversión alimenticia”, explicó.
La técnica de cultivo propuesta por la universitaria es de bajo costo y utiliza materiales que se pueden conseguir en el país, lo que hace factible aplicarla en zonas marginadas.
Con su grado de maestra en ciencias e investigación, hará una importante aportación a su natal San Juan Jaltepec, pues ella forma parte de una organización indígena no lucrativa de su pueblo, donde se elaboran y ejecutan proyectos de desarrollo sustentable que permiten mejorar la vida local, con respeto a su cultura y cosmovisión.
“He compartido los conocimientos adquiridos con comunidades, he ofrecido talleres en lengua originaria a autoridades de mi región respecto a la situación actual de los recursos naturales y la importancia de su cuidado, no sólo por ser parte de nuestra subsistencia en los pueblos, sino por conservar la calidad de vida, desde lo local hasta lo regional y mundial”, finalizó.