Por la aplicación estricta de un programa de aseguramiento y control de calidad en sus métodos de análisis, el laboratorio de la Sección de Contaminación Ambiental (SCA) del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, fue seleccionado para participar en un programa de referencia analítica de lluvia ácida por la Organización Mundial Meteorológica (WMO, por sus siglas en inglés), perteneciente a la ONU.
A ello se agrega que desde 2005 la misma organización lo incluyó en el programa “Global Atmospheric Watch, Laboratory Intercomparison Study”, luego de acreditar, de manera satisfactoria, una serie de pruebas analíticas.
Este reconocimiento incluye al personal universitario, encabezado por Humberto Bravo Álvarez, que desde hace tres décadas realiza estudios sobre deposición atmosférica en el país y sobre lluvia ácida, fenómeno que se ha identificado en varias regiones de México.
En esa tarea participan, además de Bravo Álvarez, Rodolfo Sosa Echeverría, Ana Luisa Alarcón Jiménez y María del Carmen Torres Barrera, apoyadas por Rocío Bautista Benítez, Verónica Néquiz Castillo y Pablo Sánchez Álvarez.
La deposición ácida es la característica que proporciona un pH menor a 5.6 que se presenta como lluvia, como partículas o aerosoles, denominado deposición seca. Este pH (5.6), tomado como referencia, es el resultado de la reacción de bióxido de carbono y otros elementos ácidos con la humedad atmosférica.
La investigación que sobre este tema lleva a cabo el grupo de Bravo Álvarez, no sólo es de importancia para el CCA y para nuestra Universidad, sino que tiene reconocimiento internacional. Este esfuerzo es un ejemplo de la investigación de calidad que se realiza en el campo de las ciencias atmosféricas en la UNAM, en beneficio de la sociedad.
Además, llevar adecuadamente un programa de monitoreo, en este caso de la deposición atmosférica, o de la calidad del aire, en general, requiere de especialización y compromiso y esto no ocurre de un día para otro, sino a través del tiempo con un trabajo continuo y metas claras, dijo. Es por ello que el CCA, en su conjunto, despliega actualmente un gran trabajo por extender este conocimiento a lo largo del país.
Desde 2003, la sección de contaminación ambiental colabora con la Red de Depósito Atmosférico del GDF (REDDA-GDF) en 16 sitios de la Ciudad de México. La información forma parte del Informe anual de la calidad del aire en la ZMVM (Zona Metropolitana del Valle de México) de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno capitalino.
Asimismo, los especialistas de la SCA colaboran con instituciones internacionales como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y la citada WMO, que requieren de muestreos bajo programas de aseguramiento y control de calidad.
Los investigadores han emprendido diversas prácticas para depurar estos métodos, conjuntamente con el Instituto de Ecología de Xalapa, en estaciones de colección como La Mancha y El Tajín, ambas localizadas en Veracruz. De igual manera, han realizado diversos cruceros oceanográficos en el Golfo de México, para estudiar la química atmosférica en cooperación con científicos de Estados Unidos.
En la actualidad, ya iniciaron los proyectos “Evaluación de la capacidad de neutralización ácida en la Laguna de Catemaco, Veracruz”, con la Universidad Veracruzana, y colaboran con Sagar Krupa, de la Universidad de Minnesota, y Allan H. Legge, de la Universidad de Calgary, en proyectos sobre deposición atmosférica en Norteamérica.
“Estamos orgullosos porque nos da referencia mundial, pero hay que saber que la certificación internacional se hace con gente altamente especializada. Nuestro grupo es pequeño, pero favorecido por estudiantes en formación que realizan sus tesis de licenciatura o posgrado, y de esta manera, formamos científicos para México”, concluyó el investigador.