La décimo sexta edición de los Juegos Panamericanos ya está a la vuelta de la esquina y para Irma Edith Contreras Rodríguez, taekwondoín universitaria que surgiera del semillero de pumitas Iztacala y que desde niña ha defendido los colores azul y oro de la institución que la catapultó no sólo en el campo académico, sino también al deportivo, dentro y fuera del país, la meta es clara: dejar en alto el nombre de México, en lo general, y en particular el de la UNAM.
Hoy, a sus 23 años, y gracias al desempeño y disciplina que ha demostrado en cada uno de sus enfrentamientos, forma parte de la selección nacional de taekwondo en los 57 kilos, categoría feather.
Ante este nuevo reto, y después de sortear un sinfín de combates dentro y fuera del tatami, la joven afronta su experiencia panamericana.
“El hecho de ser parte de una selección nacional ya es más que satisfactorio. Sin embargo, es un gran reto personal y un compromiso que debemos sacar adelante, no solo por uno mismo, sino por todos quienes confían en nosotros: nuestra familia, profesores, amigos y quienes han seguido de cerca nuestra trayectoria”, recalcó Contreras Rodríguez.
Cadena de éxitos
A la estudiante de administración la avalan cerca de 12 años de trabajo constante en el taekwondo. Igualmente un sinnúmero de medallas en ediciones de Olimpiada Nacional, torneos y campeonatos selectivos nacionales de adultos, así como un quinto lugar en la Universiada Mundial de Belgrado.
De esos éxitos, Edith destacó que los más satisfactorios fueron los duelos que protagonizó en Chiapas dentro del Campeonato Nacional de Adultos, rumbo al Mundial 2011 de Kyeongju, así como para los Juegos Panamericanos. En ese torneo dejó fuera a las fuertes contendientes de Jalisco, Estado de México y Michoacán, para adjudicarse la presea dorada.
“Aún tengo presente cada uno de los combates que tuve que librar para llegar hasta este momento de mi vida. Primero, contra la exponente de Jalisco, seguidas de las del Estado de México y Michoacán, quienes me dejaron exhausta, pero mi anhelo de triunfo fue mayor. La más complicada fue la última pelea donde me enfrenté a la chica de Baja California, Mónica Andrea Chávez, quien me metió tres puntos con una fuerte patada en la cara; sin embargo, saqué la casta y le di la vuelta al derrotarla 5-3, y con ello logré la medalla dorada”, rememoró Edith.
De igual manera, se agenció el tercer sitio del Quinto Festival Internacional de Cintas Negras, en formas y combate, celebrado a principios de año en el Gimnasio Olímpico del Instituto del Deporte del Estado de Aguascalientes (IDEA); y primero en combate, al derrotar a la exponente de Australia.
Antes, se agenció el octavo lugar en el Open de Taekwondo de Holanda, y cuarto en Alemania. También ha realizado campamentos en Europa con las medallistas olímpicas María del Rosario Espinoza e Iridia Salazar, ante quien disputó uno de los mejores combates de su vida y la une una excelente amistad; además de Edna Díaz y Guillermo Pérez.
Compromiso
Edith Contreras compitió en Guadalajara gracias al trabajo que desde siempre ha realizado con el profesor Federico Arceo, de la FES Iztacala, quien ha sabido moldearla desde niña en este arte marcial; así como el de José Luis Onofre, de la CONADE.
De espigado físico, semblante tranquilo y cordial, Edith denota ser una apacible mujer más que una guerrera, aunque de acuerdo con su sensei, el profesor Federico Arceo, ella es una chica que todos quisieran tener como alumna: disciplinada, comprometida, con sueños y metas, que hasta ahora ha logrado.
“Ser deportista de alto rendimiento y a la vez combinarlo con el estudio, no es fácil; sin embargo, ella ha sabido darse sus tiempos para salir adelante en ambos. Dará mucho de qué hablar en estos juegos pues viene de una ardua preparación en países que son fuertes potencias del taekwondo. Espero sepa combinar las técnicas que ya conoce, más las aprendidas en estos países, para que pueda aplicarlas durante los combates”, sentenció Arceo.
Todo en la vida tiene algunos sacrificios, pero ella ha sabido superarlos de la mejor manera. Sabe que la carrera de un deportista es muy corta, donde cada instante debe aprovecharse sin descuidar sus estudios, para poder culminar la licenciatura en administración; tiene en el Internet un aliado importante.
“Sin él no podría ponerme en contacto con mis maestros, enviar mis tareas, trabajos y estar al pendiente de todo lo que hacen mis compañeros, incluso, tengo ya una comunidad ‘de apoyo’, que me facilita el camino académico. Me considero una afortunada al contar con todo esto para seguir adelante con mis vocaciones: ser la mejor estudiante y deportista”, finalizó Contreras Rodríguez.
Sacrificios
Pero no todo ha sido fácil para la puma, ya que proviene de una familia que ha hecho miles de esfuerzos para que ella pueda acceder a uno de sus más grandes anhelos: estar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“Para quienes hacemos deporte y estudiamos, es importante el apoyo de la familia, máxime cuando provienes de una donde la economía es tema complicado, ya que dejas de hacer unas cosas por otras, como es mi caso. Son ellos quienes te apoyan moral y monetariamente. Ahora que soy seleccionada, todo eso lo cubre CONADE, pero ¿qué pasa con los otros deportistas que se quedan en el camino por falta de apoyos?”, dejó en el aire la pregunta la deportista auriazul.