Los ciudadanos de Stuttgart no podían dar crédito a lo que estaban viendo por las calles en lo que estaba llamado a ser un lunes más. De repente, un Porsche descapotable se dejó ver en el asfalto con dos ocupantes de alto copete: la tenista rusa Maria Sharapova y el piloto australiano Mark Webber.
La extraña pareja coincidió gracias a la marca de automóviles Porsche. Webber firmó por ellos de cara a 2014 tras abandonar el mundo de la Fórmula 1 después de sufrir lo indecible las últimas temporadas al volante de un Red Bull, mientras que Sharapova recibió este premio después de apuntarse el torneo WTA que se celebró en Stuttgart, del que Porsche era uno de los principales patrocinadores. Sharapova va camino de marcar una era en Alemania, ya que ha ganado sus tres últimas ediciones.