El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso explicó a los diputados federales que el déficit público es un instrumento para alentar la economía cuando las condiciones así lo requieren y les aclaró que de no emplearlo sería irresponsable porque implicaría fuerte contracción del gasto público en rubros como inversión y tendría impacto en la generación de empleos y bienestar.

En el marco de la glosa del segundo informe del presidente Enrique Peña Nieto, el funcionario añadió que este déficit se trata de algo temporal, pues la economía no puede estar permanentemente dentro de esta categoría y su financiamiento debe ser sostenible. Asimismo, para este año, el déficit contempla un 4 por ciento del PIB, lo cual significa que va a la baja en comparación con años anteriores, anotó.

Destacó que al 31 de julio de este año, el número de afiliados al IMSS mostraron un crecimiento anualizado de 3.7 por ciento por arriba de la economía, lo que demuestra que “el crecimiento del empleo tiene una clara tendencia hacia la formalización”, además de que se está dando en distintos sectores y en todo el país.

En materia de competitividad, consideró que las reformas estructurales no tendrán un efecto inmediato en la economía, pero permitirán un crecimiento basado en la productividad, lo cual dará a México una condición positiva para la creación de empleos.

Recordó que en sexenios anteriores la economía tuvo en promedio un crecimiento negativo o muy pobre. “Estamos muy lejos de donde quisiéramos estar, pero en 33 años ha sido abiertamente insuficiente”, sostuvo, por lo que confió en los resultados de las reformas para revertir este fenómeno.

Señaló que la estimación de crecimiento de 2.7 por ciento que realizó la SHCP durante mayo, fue ajustada según lo ameritaba la información. En el caso de la inflación, dijo que según datos del Inegi, esta fue del 4.15 por ciento, debiéndose principalmente a factores que afectaron la producción de la carne de res, puerco y pollo.