El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados reveló que “la inflación está sujeta a riesgos, que podrían impactarla en un mayor nivel, si la depreciación del tipo de cambio persiste o se acentúa”.
Señaló que lo que podría propiciar una menor inflación serían las reducciones en los precios de algunos insumos de uso generalizado (telecomunicación y energéticos), si continúan, y una apreciación de la moneda nacional.
En el documento “Evolución de la inflación-enero 2016”, el CEFP argumentó que la política monetaria, la holgura en la economía y los efectos (directos e indirectos) sobre los precios al consumidor que han tenido las reducciones adicionales en los costos de insumos de uso generalizado han coadyuvado en el comportamiento favorable de la inflación.
Por ello, conforme al Banco de México (Banxico), se espera que la inflación general cierre 2016 en niveles cercanos a 3 por ciento y en 2017 se estabilice alrededor de dicho nivel, “lo que reflejaría el efecto aritmético de la reversión de algunos choques de oferta favorables que tuvieron lugar en 2015 y del impacto de la depreciación del tipo de cambio en los precios de algunos bienes, sin que ello signifique un deterioro generalizado en el proceso de formación de precios”.
Además, el CEFP precisó que de acuerdo con el sector privado se prevé que la inflación general anual se sitúe en 3.10 por ciento al cierre de 2016, por lo que anticipa un repunte de este indicador y se ubique por arriba del objetivo inflacionario, pero dentro del intervalo de variabilidad.
Aseguró que la variación de los precios se explicó, sustancialmente, por el incremento del costo de: las frutas y verduras, como jitomate, calabacita, cebolla y plátanos, que contribuyeron con 0.246 puntos porcentuales (pp) de la inflación; las tarifas autorizadas por el gobierno (derechos por suministro de agua) que aportaron 0.06 pp; y los alimentos procesados (mantequilla, pasta para sopa, papas fritas y similares) que representaron 0.058 pp.
El incremento de los precios no fue mayor debido a la disminución en el valor de los energéticos (gasolina de bajo y alto octanaje y electricidad), que cooperaron con -0.077 pp; y el de otros servicios (turísticos en paquete, de telefonía móvil y transporte aéreo), que contribuyeron –0.013 pp.
Respecto a la inflación general anual, ésta repuntó al pasar de 2.13 por ciento en diciembre de 2015 a 2.61 por ciento en enero de 2016, después de haber mantenido una tendencia a la baja desde octubre de 2014.
No obstante, por novena vez se ubicó por debajo del objetivo de inflación desde que se estableció la meta, con lo que registró 13 meses dentro del intervalo de variabilidad determinado por Banxico.
En enero de 2016, la mayor parte de la inflación provino de su componente subyacente dado que contribuyó 1.988 puntos porcentuales (76.08 por ciento de la general), en tanto que la no subyacente aportó 0.625 pp (23.92 por ciento).
Por otro lado, en la segunda quincena de enero de 2016, la inflación anual se situó en 2.75 por ciento, cifra inferior a la que se registró un año atrás (3.05 por ciento), pero superior a la que registró en la primera quincena de enero de este año, con lo que acumuló 3 quincenas de alzas sucesivas.