El Paquete Económico para el 2016 que presentó el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a la Cámara de Diputados, propone una reducción del déficit público en sus diferentes medidas: la reducción del déficit público en el balance fiscal legal, o tradicional, pasa del uno por ciento del PIB en 2015, al medio punto por ciento del PIB en 2016.
El balance tradicional con inversión se reduce de un menos 3.5 por ciento a 3 por ciento, el déficit; y los requerimientos financieros del sector público, que es la medida más amplia de déficit público, disminuye de 4.1 a 3.5 por ciento.
Propone un gasto total de 4.7 billones de pesos, de los cuales, corresponden al gasto programable 3.53 billones de pesos.
El gasto neto total representa una reducción de 92 mil 700 millones de pesos; es decir, una reducción del 1.9 por ciento en pesos de 2016; y el gasto programable, se propone una reducción de 5.9 por ciento; es decir de 221 mil millones de pesos, que equivalen al 1.15 por ciento del Producto Interno Bruto.
El gasto no programable tiene un incremento. Recuérdese que el gasto no programable está fundamentalmente integrado por el costo financiero, el cual se prevé crezca por la elevación de las tasas de interés y por la apreciación del dólar norteamericano, así como de las participaciones federales a los estados que, también se proyecta, tengan un incremento derivado del crecimiento de la recaudación federal participable.
Éste es un resultado directo en beneficio de las entidades federativas de la Reforma Hacendaria de 2013.
Por lo tanto, el ajuste al gasto público, en el gasto del gobierno, se refleja en el gasto programable en esta reducción de 221 mil millones de pesos.