En las próximas semanas -como sucedió hace un año, cuando la incertidumbre por el techo de endeudamiento estadounidense provocó severas pérdidas en los mercados mundiales-, el mundo entero estará muy atento a las elecciones presidenciales en EU, donde las últimas encuestas le dan la delantera a Barack Obama, pero con margen muy estrecho frente al republicano Mitt Romney.

El problema realmente no es quién gane, sino que ambos partidos tienen visiones muy diferentes de lo que se debe y no hacer para sacar a EU adelante, y cada partido hoy tiene bajo su control una de las dos Cámaras.

Actualmente los demócratas controlan la Cámara de Senadores y los republicanos la de Diputados, por lo que se han bloqueado todas las reformas enviadas en los últimos dos años por Obama.

El resultado de esta presidencia "atada" ha sido un menor ritmo del crecimiento del endeudamiento público, un elevado gasto social, bajos impuestos para los más ricos y un menor gasto en Defensa, aunque todavía muy abultado.

Si los republicanos ganan en noviembre próximo, mantendrán bajos impuestos para los más ricos, aumentarán el gasto en Defensa, pero lo reducirán en seguridad social y empresas de alta tecnología y revertirán la reforma de Salud de Obama para reducir el gasto público.  En cambio, si ganan los demócratas, subirán impuestos a los más ricos, pondrán impuestos a los dividendos, reducirán el gasto en Defensa y reducirán los subsidios al campo.

La gran pregunta que se empezarán a hacer los mercados en las próximas semanas es: ¿qué sucede si el ganador no tiene el control de ambas Cámaras, como hoy ocurre?

La respuesta es que hace un año se formó una Comisión bipartidista para analizar qué hacer si no había consenso, y derivado de esa Comisión se decidieron múltiples recortes que afectan los intereses de ambos partidos y de todos los estadounidenses, tanto ricos como clase media, en pro de la Defensa y de la tecnología, además de recortarse subsidios al campo y a la seguridad social a partir del 1 de enero del 2013.

Los recortes son del orden de entre 3 y 5% del PIB estadounidense, por lo que provocarían una recesión en el 2013.

El manejo de las expectativas

Cabe recordar que en las últimas 3 semanas los mercados del mundo subieron por la expectativa de que los Bancos Centrales entrarían al mercado, lo que hasta el momento no ha sucedido, pero igual cayeron hace un año, cuando no había acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense, aunque finalmente sí se alcanzó.

La mesa está lista para que vuelva a suceder lo mismo, y los mercados de todo el mundo se contraigan fuertemente conforme las expectativas de que el próximo presidente de EU no tenga mayoría en ambas Cámaras y, en consecuencia, deban entrar los recortes al gasto y aumento de impuestos de forma automática.

Realmente no sabemos qué pueda pasar en los próximos 2 meses y medio, pero los mercados, como siempre, tratarán de anticiparse a los hechos.