En seis meses
Por la caída de los ingresos petroleros y de la producción de hidrocarburos, el país ha dejado de percibir 212 mil millones de pesos en el primer semestre de este 2015; sin embargo, los mexicanos a través del pago del Impuesto Sobre la Renta y los Impuestos Especiales a Productos y Servicios como el que se aplica a la gasolinas y diesel --mayoritariamente-- conocidos como los ingresos No Petroleros han contenido el desplome presupuestario.
Así lo afirmó senador Luis Sánchez Jiménez, al señalar que durante el primer semestre de 2015 estos ingresos lograron revertir el déficit generado por la baja producción y el desplome del precio del petróleo al alcanzar un ingreso adicional de 296 mil millones de pesos.
“En el mundo, con el derrumbe del costo del barril petrolero, los combustibles derivados de éste sufren una disminución en su precio, no es el caso en México, porque aquí lo tienen maniatado a los ingresos gubernamentales. Por la vía de los hechos los mexicanos subsidiamos los desatinos en una economía estancada”, subrayó Sánchez Jiménez.
En entrevista explicó que los precios internacionales del petróleo continúan debilitándose. La mezcla mexicana cotiza, durante este mes de agosto, 41 USD barril, lo que significa una caída del 17 % respecto al mes anterior y arrastra, al promedio anual, hasta los 49 dólares, muy lejos de los 79 dólares previsto como promedio para 2015.
El senador mexiquense indicó que a estas alturas del año, no es aventurado estimar que el promedio se consolidará, como valor anualizado, por debajo de los 50 usd. Lo que significaría que los ingresos gubernamentales de origen petrolero se redujeran en 38 %, sin embargo, estamos frente a una declinación de la producción nacional de petróleo del orden del 10 % respecto a la meta comprometida ante el Congreso por el Ejecutivo.
La combinación de ambas reducciones: precios y producción, de acuerdo al segundo informe trimestral sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, rendido por la Secretaría de Hacienda, la semana pasada, implica que dejaron de recibirse 212 mil millones de pesos (de 594.1 a 381.8 mil millones de pesos) de enero a junio, subrayó Sánchez Jiménez.
Sin embargo, --enunció-- los ingresos presupuestarios totales del Gobierno Federal muestran un excedente; debido a que se programó recibir, durante la primera mitad del año, 1.964 billones de pesos y se recaudaron 2.048 billones, de donde resulta un excedente por 84 mil millones de pesos. Y es que en la clasificación gubernamental de los ingresos, los impuestos no petroleros se comportaron de manera sobresaliente: se programó recibir 1.369 billones de pesos y se recibieron 1.666 billones, lo que aporta un ingreso adicional de 296 mil millones de pesos.
Al igual que en la electricidad, cuyas tarifas no se reducen al nivel del gas natural o el combustóleo, que son sus principales combustibles de generación, en las gasolinas el gobierno mantiene un sistema precios administrados que lo hace actuar como fuente fiscal, aunque al margen del Congreso que es quien debe autorizar la altura de las contribuciones. Estos precios administrados son nocivos porque sangran sin razón a la economía popular, y alteran el sistema general de precios de la economía nacional, haciéndole perder competitividad frente a otras economías, explicó el Vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado.
Sánchez Jiménez manifestó que la situación que hoy guardan los precios de los energéticos, muestra con claridad que su magnitud no depende de la situación de las empresas públicas, como el gobierno hizo creer para impulsar la reforma energética, sino que son resultado simple y llanamente de una política gubernamental de captación fiscal.
A la pregunta de ¿qué integra el IEPS? respondió, “los impuestos a los tabacos, a las aguas gaseosas, pero principalmente los impuestos a las gasolinas. Y este último rubro pasó de un monto programado de – 17 mil millones a 114 mil millones de pesos”.
Sobre la gasolina dijo: “a diferencia de la mayor parte de los países de la OCDE, los precios de las gasolinas en México no se han reducido por el desplome de los precios del petróleo. Al contrario, comparativamente, en México la gasolina se vende más cara. De las más caras del mundo.
“Para el mes de junio ya era 40 % más cara que en los Estados Unidos. La imposición de un impuesto especial ha permitido al gobierno obtener, de la extracción de petróleo y de la venta de gasolinas, el 24 % del total de sus ingresos”.
Añadió, es decir que, principalmente, las clases medias y los asalariados de ingresos bajos, a través de su gasto en combustibles, son los que en estos momentos están manteniendo a flote las finanzas gubernamentales.