Sin la figura, carácter, decisión y contundencia de un hombre sin cuya existencia no podríamos explicar ni entender al México de nuestros días, nuestro país sería otro; distante, antidemocrático a esto nos llevó Benito Juárez quien sentó las bases firmes, los pilares de la construcción de un Estado moderno, de un Estado mexicano que no podría ser posible sin las leyes de Reforma que son el origen de las libertades y derechos que hoy todos gozamos, como la tolerancia, los derechos del hombre, derechos a la enseñanza, de prensa, de trabajo, de libertad de cultos, de la separación del Estado de la Iglesia.
Al encabezar la Ceremonia Conmemoración del CCVIII Aniversario del Natalicio de Benito Juárez García, en el Patio principal del antiguo Ayuntamiento, el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera destacó que las Leyes de Reforma construyeron valores trascendentales y vigentes.
El Benemérito de las Américas, dijo, fue un hombre de su tiempo y de todos los tiempos, por sus convicciones, liberales y progresistas. Un demócrata sin cuyas enseñanzas del quehacer político, su concepción sobre economía, sociedad y su ubicación en función de las circunstancias no sería lo que son hoy.
Nos muestra el día a día cómo en medio de dificultades se puede avanzar hacia la justicia y la equidad, se pueden procurar consensos y enfrentar con mayor solidez los retos nacionales.
Un hombre de leyes que se adelantó, hace dos siglos, junto a Ignacio Ramírez, a la defensa y reconocimiento de la equidad de género. A más de siglo y medio de las Leyes de Reforma, México es sin duda un país con enorme infraestructura en recursos humanos, adiestrados y profesionalizados en desarrollo tecnológico y en experiencias organizacionales dentro y fuera del Estado.
Benito Juárez sabía, reiteró el Jefe de Gobierno, que la Independencia de México no era suficiente para convertirnos en una verdadera nación, sino que además necesitábamos leyes que tuvieran al ciudadano como principio y fin, para ser un país más igualitario, libre y justo.
Juárez vive, porque su legado está vigente hasta nuestros días, porque es un ejemplo de entrega y de convicción para salir adelante, para demostrar que se puede más que la violencia, que se puede más que el desánimo.
Es un ejemplo a seguir, desde la adversidad que le acompañó desde su infancia, salió adelante con dignidad, con optimismo, con esperanza, con su gran fe, con el mejor destino de la Patria y de sus habitantes.
Miguel Ángel Mancera aseguró que desde el GCDMX seguiremos honrándolo, actuando desde la Ley, porque el respeto ésta es la base de la convivencia social y la prosperidad de las naciones.
Así lo entendemos, así lo sabemos. Juárez y su legado debe ser inspiración para la unión entre los mexicanos para alcanzar un país, libre, para luchar por esta ciudad, para ser más fuertes, más progresistas, más democráticos.
Juárez está vigente por sus pensamientos, por sus ideas y su obra republicana, recordemos los pensamientos de Don Jesús Urueta, quien dijo “a Juárez, no se le puede arrancar del corazón de la patria sin arrancar a la patria de su propio corazón”.
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