A Ciudad de México se le agrega un problema más de contaminación, existente desde hace muchos años, que ha detonado ahora entre los habitantes de la capital: la contaminación auditiva, que según la Procuraduría Ambiental y Ordenamiento Territorial (PAOT), el ruido el tránsito vehicular, los antros y restaurantes son las primeras fuentes de impacto por los altos decibeles que producen.
La PAOT destaca que la molestia auditiva es la segunda causa de denuncias que recibe y se concentra principalmente en las Delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Coyoacán, en donde más establecimientos comerciales se tienen registrados.
La Procuraduría Ambiental confirma que la exposición al sonido exagerado provoca diferentes problemas, desde el enojo, la ira, el aumento de azúcar en la sangre y colesterol; incremento de la presión sanguínea, hasta cambios en la motricidad intestinal.
Abunda que ser receptor pasivo de los altos índices de sonido (ruido) también provoca sudoración y modificaciones en el ritmo cardiaco, ulceras, incremento de hormonas adrenales y tensión muscular.
En un documento emitido por la PAOT, se destaca que de 2002 a la fecha se han recibido más de tres mil 787 quejas ciudadanas por “contaminación auditiva”.
Por lo anterior y para controlar el exceso de “ruido” en la Ciudad, a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se presentará en septiembre, cuando inicia el periodo ordinario de sesiones, una propuesta de Ley para reformar la normatividad en materia de ruido.
Para ello el GCDMX presentó el Mapa General de Ruido, que dio como resultado la detección de zonas de alto impacto sonoro y explica, la PAOT, que implementa medidas para minimizar la contaminación auditiva, en campañas como: Operativo Mala Copa, La Bici-Vigilancia y estudios de diagnóstico en las distintas líneas de transporte público.
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