La directora del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, Maestra María de los Ángeles Corte Ríos, dio a conocer que el reciente informe de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU recomendó que se aprueben legislaciones pendientes para avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres.
En entrevista, agregó que nuestro país está obligado a dar informes con cierta periodicidad; acaba de presentar los séptimos y octavos reportes y los resultados con la respuesta de la CEDAW son: “México ha incumplido y es deudor de llevar a cabo el cumplimiento de las obligaciones derivadas de estos convenios”.
Mencionó, por otra parte, que en un número importante de estados se requiere la armonización en los códigos penales y civiles y de la normatividad administrativa para avanzar en equidad de género y aunque hay avances, prevalece la violencia física, económica y psicológica contra las mujeres.
Subrayó que se deben mejorar las Leyes General de Acceso a una Vida Libre de Violencia y la General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, ya que no han permeado en las legislaciones de las entidades de manera adecuada y suficiente.
“No basta que haya tres leyes específicas en el país sobre la igualdad y acceso a una vida libre de violencia, es necesario que toda la legislación tenga perspectiva e igualdad de género, ese es un gran reto que no hemos afrontado de manera plena”, destacó.
La pregunta es: el tema de igualdad de género ¿es un tema de mujeres o es un tema de hombres? ¿No deberían los diputados impulsar los temas de igualdad de género? La respuesta es sí, dijo.
Equidad de género, puntualizó, es un asunto que afecta también a los hombres; por ejemplo, cuando se le dice a un niño que “los niños no lloran” estás violando una dimensión fundamental del ser humano; tal vez los hombres no se han dado cuenta de todas las implicaciones que tiene la dimensión de la construcción de la masculinidad para sus propias vidas.
El tema de perspectiva de género, subrayó, debería de interesar por igual a hombres y mujeres; lo que pasa es que las mujeres lo hemos posicionado; pero sin lugar a dudas este tema de nuevas masculinidades sin violencia, implica aprender a negociar y solucionar pacíficamente los conflictos, a mostrar las emociones, todo esto es una tarea en un país democrático donde intentamos renunciar a la violencia, a la opresión, a la indignidad, a la injusticia.