A través de un reporte elaborado para el Congreso de los Estados Unidos, el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NFMS), dependencia de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), identificó a México, como la única nación (entre otras) que captura especies protegidas, refiriéndose a la captura incidental de tortugas marinas en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur [1].
El gobierno estadounidense reconoce que la cifra reportada por el gobierno mexicano de 438 tortugas amarillas encontradas muertas en playa San Lázaro, Baja California Sur, sólo en julio y agosto del año pasado, representa un indicador de que la mortandad es mucho mayor, y que viola la ley de moratoria a la pesca con redes de deriva en alta mar.
De acuerdo con el reporte, Estados Unidos basa su decisión principalmente en informes técnicos del Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca) sobre captura incidental de tortugas que indican que en promedio se capturan dos tortugas por redes agalleras, e informes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de reuniones para discutir la situación de la tortuga caguama en Baja California Sur en donde se informó de mortandad de 438 tortugas prietas en el 2012 [2].
“En Baja California Sur se dan las tasas de captura incidental de tortuga amarilla más altas del mundo. Éste es un problema que permitieron las autoridades de la administración del presidente Calderón y que durante más de cinco años no hicieron nada [3]. Ahora es el gobierno estadounidense quien viene a denunciar el problema”, dijo Alejandro Olivera, integrante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, oficina noroeste.
“La tortuga caguama es una especie altamente migratoria que forma parte de la biodiversidad de Japón, México y Estados Unidos. Desafortunadamente la inacción por parte del gobierno mexicano para protegerla de la captura incidental ha despertado el interés por parte del gobierno de los EUA quienes estarán obligados por sus leyes para actuar y garantizar su supervivencia. México deberá cumplir con su propia legislación ambiental para protegerla”, dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
El informe también indica que el gobierno estadounidense ha cuestionado a México a través de canales diplomáticos y no se ha tenido respuesta alguna sobre las medidas regulatorias que se implementarán para resolver el problema.
“Para detener esta grave mortandad es necesario proteger la zona de mayor concentración de tortugas, la cual ya se tiene muy bien identificada. Es totalmente factible pescar sin matar tortugas, pero no en la manera irregular e incontrolada que es lo común en la región. Por ello hacemos un llamado al titular de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), Mario Aguilar Sánchez, y a Juan José Guerra Abud, titular de la Semarnat, para recordarles que está en sus manos dar solución y salvar así a miles de tortugas marinas en peligro de extinción, de una población que está compartida entre Japón, Estados Unidos y México entre otros”, finalizaron las organizaciones.