De los recursos recaudados por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a tabacos labrados no se ha destinado “ni un solo centavo” para inhibir el consumo de este producto, advirtió la senadora Marcela Torres Peimbert.
Por ello, dijo, “no es de extrañarse que en México se registren aproximadamente 44 mil decesos al año asociados al tabaquismo; es decir, entre 114 y 122 diarios, los cuales podrían incrementarse de manera exponencial y alarmante”.
En este escenario, pidió a la Cámara de Diputados que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014, se destine, por lo menos, el 10 por ciento de la recaudación esperada por este gravamen a campañas de prevención contra el tabaquismo, al fortalecimiento de programas para su control y tratamiento y a la atención de quienes sufran enfermedades derivadas de este hábito.
La legisladora destacó que en nuestro país existen 17.7 millones de fumadores, de los cuales 12.30 por ciento son niños y adolescentes. Además, mencionó, México es la nación más rezagada de la región latinoamericana en regulación de la venta y consumo de cigarros.
En un punto de acuerdo que se turnó a la colegisladora, Torres Peimbert dijo que en la reforma hacendaria la tasa aplicada a los tabacos labrados no se modificó y señala que la recaudación estimada para el siguiente año por este concepto es de 37 mil 208.4 millones de pesos.
“Es cierto que el IEPS a tabacos labrados --reconoció-- tiene un fin recaudatorio, no obstante se debe considerar que el fin extrafiscal es el más importante, toda vez que permite adoptar medidas para combatir el consumo de tabaco, así como las enfermedades que produce”.
Recordó que “el tabaquismo es uno de los factores de riesgo más alarmantes de la actualidad para la salud pública, tanto por las muertes de las que es responsable, como por la gran cantidad de recursos que implican los padecimientos relacionados al consumo de tabaco.
Resaltó que la prevalencia en el consumo de tabaco es más alarmante en los jóvenes, pues junto con la población femenina, es el principal objetivo de la industria tabacalera; entre 2002 y 2011, dijo, la población de menores de edad fumadores aumentó en poco más de tres puntos porcentuales.