El presidente de la Comisión de Pesca, diputado Alfonso Inzunza Montoya, afirmó que existen fondos por 160 millones de pesos a favor de la pesca y la acuacultura, “trabados”, lo que dificulta el funcionamiento del Buque de Investigación Pesquera y Oceanográfica (BIPO) de INAPESCA.
“Quisiera que pidamos a Hacienda que destrabe los recursos que hay, porque sin investigación no podremos avanzar”, indicó.
Sin el impulso la ciencia en la pesca y acuacultura, no habrá progreso en el sector, afirmó.
“Es un problema serio el que los pescadores y sus familias no se puedan mantener de la actividad de captura, por lo que se debe incentivar la investigación”, consideró.
En reunión de trabajo con representantes del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) para abordar el tema del financiamiento para la investigación en el sector acuícola y pesquero, el legislador dijo que es urgente explorar nuevas áreas marítimas que no han sido desarrolladas ni explotadas.
“Aquí no hay colores, nos dedicamos a trabajar. En los recorridos por el país encontramos que el sector pesquero es el más desprotegido por el gobierno federal”, insistió.
En su turno, el director adjunto de Centros de Investigación del CONACYT, Sergio Hernández Vázquez, destacó que en nuestro país no se ha extinguido especie marina alguna por la actividad pesquera, gracias a la responsabilidad con que se realiza, contrario a lo que sí ha pasado con otras actividades como la cacería.
“En dos meses se recupera la biodiversidad marina una vez que se suspende el proceso de pesca”.
No obstante, agregó, se necesitan nuevos sistemas de captura que sean amigables con el medio ambiente.
Aseguró que México se encuentra “aún en pañales” en lo que refiere a dar valor agregado a la captura de especies para el consumo humano; además, dijo, se carece de laboratorios para la producción de especies semilla como los moluscos, así como de otras especies marinas, por lo que se importan de otros países.
El director del general del INAPESCA, Raúl Adán Romo Trujillo, explicó que el 91 por ciento de los mares mexicanos no son explotados para la actividad pesquera, por lo que se requiere impulsar la creación de nuevas empresas que ayuden a la captura de especies desaprovechadas.
Reconoció que los índices de alimento que generan las pesquerías en el país se han mantenido estáticas en los últimos 30 años. Se ha conservado la explotación a un nivel adecuado; sin embargo, precisó, se deben buscar nuevas áreas de explotación pesquera.
Resaltó la labor que tiene el nuevo buque de investigación pesquera “BIPO”, el cual puede hacer análisis del mar profundo de hasta 8 mil metros y cuenta con un robot submarino para la exploración subacuática.
En la reunión, las tres instancias acordaron formar un grupo de trabajo para dar seguimiento al avance en las investigaciones que se realiza en nuestro país en beneficio del sector pesquero y acuícola.