Senadores y especialistas advirtieron de una epidemia de tabaquismo en diversos sectores de la población y coincidieron en la urgencia de aumentar las acciones para prevenir el consumo de este producto, como el incremento de los impuestos a esta industria.
Al respecto, la senadora Dolores Padierna Luna manifestó que la situación actual del tabaquismo en México se ha focalizado en tres sectores poblacionales: las mujeres, adolescentes y jóvenes.
Indicó que según la Encuesta Nacional de Adiciones 2011, 17.3 millones de mexicanos, entre 12 y 65 años, son fumadores activos y de ello 12 millones son hombres y 5.2 son mujeres, además de que el 12.3 por ciento de adolescentes de 12 y 17 años fuma y consumen en promedio 4.1 cigarrillos al día.
En el seminario Mitos y realidades de la industria tabacalera y el tabaquismo en México, refirió que el año pasado se recaudaron más de 37 mil millones de pesos provenientes de los impuestos al consumo del tabaco, sin embargo al Estado le cuesta atender este problema de salud pública 75 mil millones de pesos, lo que representa un déficit de 38 mil millones de pesos.
Ante este panorama, la legisladora anunció que “en breve” se analizará otro aumento de los impuestos al consumo de este producto, se revisará la ley en la materia para proteger la salud pública, reducir las muertes y enfermedades causadas por fumar, así como se instrumentarán campañas de información, para prevenir a niños, niñas y adolescentes.
En tanto, el senador Francisco Salvador López Brito advirtió que ya se habla de una “epidemia de tabaquismo” específicamente focalizada en adolescentes, adultos jóvenes y mujeres, además de que son ellos quienes más adquieren los cigarros en el mercado informal con poca o nula vigilancia y supervisión gubernamental.
Por ello, consideró necesario enfocarse en el ámbito preventivo y en la población adolecente, pues es el segmento social más vulnerable.
De igual manera, hizo notar la necesidad de que el gobierno ofrezca ayuda a los ciudadanos para abandonar el consumo del tabaco, señale sus peligros y que haga cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio, así como aumentar los impuestos a esta industria.
Por su parte, el ex senador Ernesto Saro Boardman reveló que hay temas pendientes en la reforma que se hizo hace seis años, debido a la presión de las tabacaleras, pues “con la intención de poderla sacar y transitar dejamos algunas cosas en el camino, teniendo la intención y el acuerdo con ellos de que en tres años la renovaríamos; acuerdos que fueron inutilizados y nuca pudimos renovarlo”.
Reconoció que también por presiones de la Cámara de la Industria Restaurantera se introdujeron dos condiciones para fumar en espacios públicos: la primera, si el espacio está abierto y la segunda que se puedan crear sitios para ese fin, “pero hoy la misma nos pide que lo quitemos porque ha generado condiciones de inequidad”.
En su turno, Erick Antonio Ochoa, integrante de la Fundación Interamericana del Corazón, dijo que a pesar del esfuerzo notable que hizo el Congreso de la Unión aún queda mucho por hacer, pues el país no está bien calificado por la Organización Mundial de la Salud en diversos temas relacionados al control de tabaco.
Indicó que todavía se permite fumar en algunos espacios públicos y áreas interiores de trabajo, mientras que se consiente la publicidad y promoción de ese producto en revistas para adultos o sitios de internet.
Asimismo, refirió que otro tema relevante es la política fiscal de los productos de tabaco, ya que 7 de cada diez mexicanos considera que se pueden “mejorar” los impuestos al consumo de tabaco.