“Nos quieren convertir en pie de cría”
La legislación que pretenden aprobar para establecer en México la maternidad subrogada, convertirá a las mujeres en “pie de cría” y las colocará a nivel de cosa, pues pondrán el cuerpo de las mexicanas al mejor postor, advirtió en el Senado de la República la especialista en derechos constitucional, Ingrid tapia.
Al participar este miércoles en el Foro Análisis de los Delitos Contenidos en la Ley Vigente Contra la Trata de Personas, así como la Protección y Atención a Víctimas “, en el Senado de la República, la especialista del Early Institute, demandó a los legisladores la prohibición absoluta de la maternidad subrogada, por constituir una ofensa nacional a las mujeres y en particular a las mujeres más vulnerables.
Se tiene conocimiento que en el sur y sureste mexicano contratar el cuerpo de una indígena, pobre, analfabeta y carente del más mínimo apoyo institucional, cuesta entre 10 mil y 250 mil pesos, “según como esté de amolada la mujer víctima”. Con la ley que quieren aprobar diputados y senadores no se atenderá un problema de salud, sino que se legalizará la explotación de mujeres con fines reproductivos, como sucede ya en Asia y Europa, remarcó la abogada constitucionalista.
“La explotación de mujeres para fines reproductivos debe ser severamente castigada para disuadir a quienes fomentan y lucran con esa práctica, porque además quienes vienen a contratar a las tabasqueñas paridas y a las sinaloenses paridas y a las indígenas mexicanas paridas, lo hacen porque son baratas”, dijo la abogada Ingrid Tapia en el foro organizado por las Comisiones Unidas Contra la Trata de Personas, y de Derechos Humanos.
Reiteró que la subrogación materna es indignante porque se hace de manera selectiva y racista; los embarazos, subrayó, los realizan con óvulos que no son de mexicanas porque “todo mundo quiere tener su niño Gerber, güerito, rosado, y no un oaxaqueño, no un tabasqueño, no un sinaloense. Eso me parece una ofensa a la dignidad nacional, a la de las mujeres especialmente a la de las mujeres pobres”.
Ingrid Tapia se pronunció contra el término maternidad subrogada, porque, dijo, es un eufemismo, como también es una falacia hablar de alquiler de vientres, como si los vientres caminaran solos y anduvieran solos por ahí, cuando un embarazo compromete la integridad de la mujer.
Explicó que la manera como se trata en México la maternidad subrogada, la perspectiva que se tiene de esta práctica deja a las mujeres en estado abierto de indefensión, las cosifica y en consecuencia coloca a México en el nivel de Vietnam, India y Ucrania, en donde existe muchas prácticas que pasan por encima de la dignidad de las mujeres, de su salud, sus derechos y sobre todo su condición humana.
Insistió en que es urgente prohibir la maternidad subrogada, pero de manera distinta a como lo hizo España, que la prohíbe sólo para las españolas y es bienvenida para que se practique en la mujeres de cualquier otra parte del mundo.
Dijo que el Early Institute da la bienvenida que el tema de maternidad subrogada se aborde en el Senado de la República dentro del tema de Trata de Personas, porque el tema no debe estar en una ley de salud.
Acusó que de manera engañosa se pretenda vender la idea de que la maternidad subrogada resuelve problemas de infertilidad y se busque resolver esa situación embarazando a mujeres, regularmente de escasos recursos, con poca educación y muchas necesidades.
Expuso que clínicas y agencias que practican la maternidad subrogada hacen ecoturismo sexual e invitan a la gente a venir a México a conocer la Riviera Maya y a tener un hijo, con bajos costos, como recientemente se ha demostrado en Tabasco y Cancún.
En el foro participaron además el doctor Ricardo Juan García Cavazos, Director General del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud; la doctora Eva Alcántara Zavala, investigadora de la Universidad Metropolitana; Adriana Carmona López, directora de Admisibilidad de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y Olivia Rubio, representante de la Organización Familias Diversas, A.C.
Entonces, esta gente sostiene que si regulamos el tema de la renta de vientres ya atendimos un problema de salud, pero la realidad es que eso no es cierto porque esa práctica nociva y vejatoria de la dignidad de las mujeres sólo tiene un propósito mercantilista e individualista.
Tanto en su exposición ante senadores, como en declaraciones a la prensa, Ingrid Tapia dijo que la legislación es omisa, por lo que propuso a los senadores legislar como lo ha hecho ya Alemania, Francia, Inglaterra, en donde está prohibido por la sencilla razón de que en el fondo la maternidad subrogada daña a la mujer y legaliza la comercialización del vientre materno.
“Sería muy triste prohibirlo como España, por ejemplo, en donde está prohibido para las mujeres españolas, pero que permite que explotes a mujeres de cualquier otra nacionalidad”, subrayó la especialista.