Antes de que concluya el actual periodo ordinario de sesiones, el Senado de la República definirá al fiscal anticorrupción y al titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), nombramientos de primera importancia para enfrentar la crisis de credibilidad en las instituciones del Estado mexicano, aseguró el senador Miguel Barbosa Huerta.
El presidente del Senado de la República dijo que uno de los cambios estructurales pendientes y que urge realizar es la reforma anticorrupción, ya que los comportamientos que entrañan hechos de corrupción “son la puerta de entrada a la vida pública de conductas delictivas de todo tipo”.
Barbosa Huerta señaló que la corrupción es un flagelo que no se puede evadir por más tiempo en virtud de la actual crisis de credibilidad de las instituciones y la necesidad de que las autoridades den respuestas efectivas a las demandas más apremiantes de la sociedad.
La corrupción daña a la economía, se estima que hasta un diez por ciento de utilidades se pierden por este delito. Particularmente, la corrupción mina la credibilidad de las instituciones y, por lo tanto, contribuye al descrédito social. El nombramiento del fiscal anticorrupción debe ser un punto de inflexión que sirva a un combate efectivo de este problema.
En cuanto a la designación del titular de la Fepade, el senador Barbosa Huerta refirió que en las elecciones intermedias de 2015 se pondrán a prueba los cambios realizados en la reciente reforma electoral.
En las últimas elecciones, se han presentado denuncias por hechos cometidos en diversas etapas del proceso. Rumbo a los comicios del próximo año, se requiere un titular de la Fepade que dé una respuesta oportuna a las diversas demandas con el propósito de contribuir a dar certeza al proceso electoral.
“No podemos llegar al día de la elección sin tener certeza sobre el titular de la Fepade”, expuso.
El senador Miguel Barbosa Huerta dijo que la Presidencia de la Mesa Directiva impulsará acciones legislativas para que la Cámara de Senadores cumpla con estas dos designaciones antes de que concluya el año, marcado por hechos que han puesto a prueba a las instituciones.
Destacó que luego de la designación del titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Senado enfrenta el reto de nombrar a dos funcionarios de alto nivel para hacer frente a la actual crisis de credibilidad de las instituciones.