El Instituto Mexicano del Seguro Social enfrenta una problemática compleja que vulnera su viabilidad financiera y desde 2009 ha venido utilizando los recursos de la Subcuenta 1 del Fondo Laboral para el pago de las pensiones y jubilaciones de sus trabajadores.

Sin embargo, los recursos de este Fondo “se verán agotados en 2013, por lo que se estima que la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Enfermedades y Maternidad  --que asciende a 61 mil 222 millones de pesos-- comenzará a utilizarse este mismo año para subsanar el déficit operativo de dicho seguro”.

De acuerdo con un informe remitido por el IMSS a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, tal reserva presentaba un saldo de 67 mil 352 millones de pesos al cierre de 2012 y se estima que ese monto sólo alcanzará para financiar los faltantes de operación hasta mediados del año 2016.

Se hace notar que la problemática que enfrenta obedece a factores internos relacionados con rigideces administrativas y operativas que obstaculizan el uso óptimo de sus recursos, y a otros de índole externo derivados de las transiciones demográfica y epidemiológica que se observan desde hace décadas en México.

Además, esta transición se traduce en una menor razón del número de trabajadores asegurados por pensionado, cifra que pasó, según el IMSS, de 14 a 5 trabajadores por pensionado de 1973 a 2012, lo cual ejerce una presión financiera adicional porque disminuye el número de trabajadores activos cotizantes que cubren los gastos de las prestaciones a pensionados.

Es decir, “el IMSS otorga servicios a una población cada vez más envejecida que presenta una creciente prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas que implican un alto costo de atención durante períodos prolongados”.

En el reporte sobre la situación financiera y los riesgos del Instituto 2012-2013, se indica que como resultado de ello el gasto por parte del IMSS ha sido creciente para proporcionar servicios médicos a una población derechohabiente de  57.5 millones de personas, sin que sus ingresos se incrementen a un ritmo equiparable.

En consecuencia, admitió,  el Seguro de Enfermedades y Maternidad “presenta un déficit operativo considerable”.

Adicionalmente,  el pasivo laboral ascendió  a 1.9 billones de pesos el año pasado, el gasto por este concepto fue de casi 49 mil millones de pesos y para 2013 se calcula que sea de cerca de 53 mil millones de pesos.

El flujo máximo  --precisó el Instituto--  se proyecta para el 2034, año en que se espera sea del orden de los 95 mil millones de pesos, y la presión que ejercerá el Régimen de Jubilaciones y Pensiones en el gasto  desplazará cada vez más recursos que de otra manera serían utilizados para la operación diaria de los servicios que presta.

Actualmente, dijo, el déficit es de alrededor de 18 mil millones de pesos anuales y, de mantener este escenario, se prevé que continúe creciendo durante  los próximos años.

Ante este panorama y a fin de garantizar el acceso a los servicios de salud, es necesario fortalecer al Instituto de manera integral, mediante acciones orientadas hacia la transparencia y la eficiencia, se subraya en el informe.

En este sentido, el IMSS estima indispensable fortalecer sus ingresos, buscando privilegiar una ampliación de la base gravable en lugar de incrementar las tasas de las contribuciones; focalizar sus actividades y trabajar en acciones concretas que incrementen la productividad, brindando más y mejores servicios con  calidad y calidez.

El Informe fue enviado a las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Seguridad Social de las cámaras de Senadores y de Diputados.